Reseña: Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal (Seix Barral, febrero de 2019)

Publicado el 12 abril 2019 por Carmen Nicolás Martínez @carmenensutinta
Me encanta divertirme con una historia atrevida y con apariencia despreocupada. Con Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal lo he conseguido, me lo he pasado genial al leer una historia que ironiza a un Madrid actual llenándolo de pícaros de toda índole, capaces de sobrevivir persiguiendo su improbable riqueza y su anhelado amor.
La ficha técnica del libro la podemos consultar en la página web de Planeta de libros.

ArgumentoLa enigmática llamada de teléfono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberí y una extraña oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarentón con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Éste, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espía mercenario, se verá envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresía terminarán por contagiarlo. Un Madrid contemporáneo y underground sirve como escenario para una historia en la que los personajes, todos ellos perdedores a su manera, luchan por sobrevivir en un entorno hostil y tratan de escapar de su marginalidad, pero terminan por chocarse con aquello de lo que tratan de huir: con lo que en el fondo son. La ópera prima de Alba Carballal, que bebe de referentes literarios como Eduardo Mendoza, Juan Marsé, J. K. Toole, David Foster Wallace o Michel Houellebecq, pero también de cineastas como Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, José Luis Cuerda o Woody Allen, toma el estereotipo del bufón y lo pervierte para transformar una aparente comedia ligera en un amargo ejercicio de empatía con todos sus personajes.

Mi opinión personal (sin destripes)Tres maneras de inducir un coma es una comedia llena de sorpresas, llena de desengaños. Una comedia que se desarrolla en un Madrid escéptico, un Madrid que refleja el precipicio por donde caminan los personajes de la novela, un Madrid contaminado e incrédulo, un Madrid humano.
Humano como la misma novela, abandonando las típicas sensiblerías en esta historia sientes una gran empatía por todos los personajes, por sus torpezas y por su audaz picaresca que los lleva a lo largo de la historia a caminar continuamente en el borde del precipicio al que sus vidas los van acercando irremediablemente, ¿caerán?
Yo al principio recibí fascinada a Federico, uno de los protagonistas, pero poquito a poco el resto de personajes entraba en mi con fuerza, me reía de ellos, me reía con ellos y sorprendentemente llegue a reirme de mi misma. Reirme de mis precipicios particulares y de lo frecuente que es tanto en la historia como en la vida propia el resbalar tontamente y cambiar nuestra vida al tropezar con ciertas personas. 
La novela está muy bien bien construida, con un lenguaje muy cuidado y unos personajes tan terriblemente bien dibujados que los sientes de carne y hueso, y un aspecto que quiero destacar derivado de esta gran acertada realización de personajes es que quedé sorprendida al observar que estaba leyendo una comedia y una novela seria al mismo tiempo. Ya que la crítica social está latente a lo largo de la narración. Desengaños, decepciones, engaños,... y soledad. Una gran soledad que nos lleva a tener la televisión encendida todo el día.
«Cierra la boca de una vez, monada, que pareces tonta. Cuanto antes lo asumas, mejor: estos, rica, estos dos te la han pegado. Hay que joderse con las mosquitas muertas»

Federico, uno de los protagonistas, nos narra la historia, aunque también tenemos fantásticos monólogos interiores de Natalia Mendoza, otra protagonista de la novela que antes, cuando era un hombre muy heterosexual, se llamaba Eduardo, Eduardo Mendoza. ¡Sorprendente!

Pues no es de sorprender el nombre de Eduardo Mendoza ya que el humor y los personajes nos recordarán mucho al gran escritor, no he leído nada sobre el motivo por el que la escritora ha rendido con su obra un homenaje a este escritor pero, imagino que será por su admiración hacia él.
Os recomiendo leer Tres maneras de inducir un coma para que disfrutéis de una brillante historia tanto en su forma como en su contenido, una historia repleta de giros argumentales que no te dejarán soltar el libro. Magnífico debut literario de Alba Carballal, espero que nos siga regalando tan buenos trabajos.


Alba Carballal (Lugo, 1992) es arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid y estudió Derecho en la UNED. Ha trabajado como traductora y escribe habitualmente en medios como Arquitectura Viva y la web literaria Zenda. En 2016 obtuvo una beca de residencia literaria en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba, durante la que desarrolló su primera novela, Tres maneras de inducir un coma
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