448 páginas || Papel y ebook
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Becca Price se ha rendido. A sus 17 años, solo es capaz de sentir alivio deslizando una cuchilla de afeitar sobre su piel. Tras un intento de suicidio, su madre decide internarla en el Centro de Salud Mental Delva, un psiquiátrico de Londres, en contra de su voluntad. Por suerte, no estará sola. Anna, su compañera de cuarto, es descarada y decidida, aunque los límites que le impone su mente son más férreos que las paredes del psiquiátrico. Elizabeth prefiere ocultar su cuerpo tras anchas sudaderas para que nadie pueda decirle lo que su reflejo le repite día tras día. Gus vive obsesionado con la idea de poder ser contagiado por todo tipo de gérmenes. Y Alec esconde un océano embravecido tras sus ojos azules que no duda en calmarse cuando Becca se cruza en su camino.
Aquel lugar, una prisión para ella al principio, pronto se transformará en lo más parecido a un hogar que ha tenido nunca. Martha, psicóloga del centro, buscará encontrar la causa de esa tristeza que lleva años consumiéndola, aunque Becca no se lo pondrá fácil. Sus demonios, siempre presentes, solo le ofrecen un descanso cuando la música los aleja.
Becca y sus amigos descubrirán la importancia de perdonar y perdonarse, además de aprender una valiosa lección: que siempre podrán volver a caer, pero nunca romperse.
Si los seres humanos fuéramos incapaces de sentir, nuestros destinos se sellarían sin una sola muestra de dolor, lo que haría del camino hacia la eternidad un mero paso hacia delante. Pero hemos nacido con la maldición cargada sobre nuestros hombros. Llorar, enamorarse, sufrir, reír... vaivenes de la vida que hacen de su travesía un auténtico trayecto en llamas.Hacía mucho tiempo que no ponía tantos post-its en un libro como los que he puesto en este. Normalmente lo hago cuando una frase romántica me gusta, pero aquí he marcado frases bonitas y frases de ánimo, de las que quizá algún día vuelva a releer para recordar la importancia de vivir y de querer vivir. Porque este libro te enseña a eso, aunque quizá no sea lo que pretenda, lo hace, porque te presenta a unos personajes imperfectos que intentan recomponerse y descubrir que, realmente, nunca han estado rotos, solo son diferentes, y esas diferencias no deben destruir sus vidas, y para ello, lo primero es reconocerlo. 'Un acorde menor' es un libro maravilloso que todo el mundo debería leer, sobre todo si está pasando cosas como las que están pasando sus protagonistas, porque ayudará, estoy convencida de ello.
Este libro te enseña también que aunque puedas ver a una persona aparentemente feliz, normal, alguien corriente con una buena vida y todo lo que desee al alcance de sus manos, su interior puede no tener nada que ver con eso, puede estar lleno de oscuridad, de miedo, de desesperanza, puede no darse cuenta de lo buena que es su vida y lo buena que puede llegar a ser, y eso te deja claro que jamás hay que juzgar a nadie por cómo creemos que debe vivir con lo que vemos, porque nunca sabemos con lo que está luchando en su interior. Y demonios, puede haber muchos dentro de una persona, aunque intente por todos los medios no mostrarlo.
Decir la verdad no es malo. Yo solo miento cuando los sentimientos se entremezclan y sé que voy a hundirme más en la miseria si permito que la verdad salga por mi boca. A veces el dolor es demasiado profundo como para soportarlo, y es mejor dejar que te destruya que permitir que los demás sufran por tu culpa.Aunque la protagonista de esta historia es Becca y es a ella a la que conocemos en profundidad, a través de sus pensamientos y sentimientos, es a través de ella como conocemos al resto y vamos descubriendo poco a poco sus propios problemas. Vamos viéndolos como ellas los ve, y sintiendo por ellos lo que ella va sintiendo, y terminas encariñándote de todos, y queriendo que todo les vaya bien, que consigan avanzar y reconstruirse, salir de ese lugar y tener una vida sencilla. Y cuando vemos como parece que lo van consiguiendo, poco a poco, ayudándose unos a otros, nos emocionamos igual que se emociona Becca. Y es maravilloso. Igual de maravilloso que es la figura de Martha, la psicóloga, el como los trata y está ahí para ellos. Siempre he pensado que los psicólogos son como un tema tabú, que se ven algo malo, cuando estoy convencida de que todos, en algún momento de nuestra vida, tendríamos que tratar con uno para que nos ayudara o como mínimo, nos escuchara. No creo que haya nadie en el mundo que en algún momento de su vida no se haya sentido un poco perdido y un poco roto, como los amigos de esta historia, y es importante saber pedir ayuda. Y dejarse ayudar.
Todo el mundo dice que el dolor nos hace más fuertes. Pero yo creo que lo que nos hace más fuertes son las personas que nos ayudan cuando nos esforzamos por no rendirnos. Nosotros tomamos la decisión de salvarnos, pero no seríamos nada sin aquellos que nos prestan su fuerza para volver a intentarlo.La pluma de la autora me ha encantado y estoy deseando leer más de ella. La delicadeza con la que escribe, la manera de explicarnos y transmitirnos lo que está sintiendo Becca en todo momento, porque el libro está escrito en primera persona a través de ella, consigue que nos sintamos parte de la historia, como si fuéramos un personaje más. Pero es que ha conseguido que me sintiera identificada con algunos sentimientos, aunque en mi caso no llegara al límite de estos personajes, pero si que me he sentido en parte como ellos en algún momento de mi vida, y eso me ayuda a ver lo afortunada que he sido por no darle más importancia de la que tenía realmente. Y es que nuestra vida tenemos que vivirla nosotros a nuestra manera, sin dejar que nadie nos la enturbie o nos haga pensar que somos menos de lo que somos. Pero eso es algo que cuesta mucho llevar a cabo, sobre todo en cierta etapa de nuestra vida en la que somos más vulnerables, ya sea por la edad o por lo que nos ocurra.
Me he dado cuenta de que nunca estaré sola si dejo que los demás se acerquen a mí.
Gracias a la editorial por el ejemplar.