Esa noche aparece por el bar Sam Savage, una cazadora oscura, luchadora, decidida y que no tiene miedo a nada ni deseo de acercarse a nadie, ya que saber lo que piensan y sienten los demás en cada momento es un castigo más que una bendición.Entre Sam y Dev surge rápidamente la chispa, y aunque en principio parece que su relación será algo de una noche, las moiras están decididas a que haya algo más.Pero no será fácil, deberán luchar contra varios demonios, y desbaratar un complot que se está gestando para acabar con Aquerón y todos los cazadores oscuros.Dev pedirá ayuda a Fang para intentar salir de los problemas en los que se encuentran, incluso irán al propio infierno para defender sus vidas.En líneas generales no ha estado mal, es una historia entretenida, aunque ninguno de los personajes me ha emocionado, y su historia tampoco me ha terminado de enganchar, les ha faltado algo para que surgiera esa conexión entre ellos y yo.Sí es cierto que han sucedido cosas interesantes, Kenyon continúa con la trama de los demonios y ya nos deja la puerta abierta para futuras historias. También ha vuelto Nick, sus dudas, sus conflictos y su evolución hacia “algo” que seguramente la escritora nos desvelará muy pronto, o eso espero.
“Un amor despiadado” una novela romántica de transición en ese mundo de los cazadores oscuros, que se debe leer porque significa una pieza más para vislumbrar el puzle pero a la que le faltan ciertos detalles por lo que se queda en una lectura agradable para pasar una tarde de lectura.
“no soy de los que se torturan con lo que no tienen. Prefiero mantener los pies en la tierra y dar gracias por lo que sí tengo.”
“Un hombre muy sabio me dijo en una ocasión que la paz debía proceder del interior. Que debemos aprender a querernos antes de encontrar nuestro lugar en el mundo.”
“La vida no consistía en respirar y acumular tiempo. Lo importante eran los momentos que la conformaban.”
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