Reseña: Un lugar a donde ir, de María Oruña

Publicado el 05 abril 2017 por Chema Fernández @chemaup

          Han transcurrido varios meses desde que Suances, un pequeño pueblo de la costa cántabra, fuese testigo de varios asesinatos que sacudieron a sus habitantes. Sin embargo, cuando ya todo parecía haber vuelto a la normalidad, aparece el cadáver de una joven en La Mota de Trespalacios, un recóndito lugar donde se encuentran las ruinas de una inusual construcción medieval. Lo más sorprendente del asunto no es que la joven vaya ataviada como una exquisita princesa del medievo, sino el objeto que porta entre sus manos y el extraordinario resultado forense de la autopsia. 
          Cuando hasta los más escépticos comienzan a plantearse un imposible viaje en el tiempo, comienzan a ocurrir más asesinatos en la zona que parecen estar indisolublemente unidos a la muerte de la misteriosa dama medieval. 
          Mientras Valentina Redondo y su equipo investigan los hechos a contrarreloj, Oliver Gordon, ayudado por su viejo amigo de la infancia, el músico Michael Blake, buscará sin descanso el paradero de su hermano Guillermo, desaparecido desde hace ya dos años, y descubrirá que la verdad se dibuja con contornos punzantes e inesperados

          Allá por septiembre del 2015 salía Puerto Escondido, una novela que si no llega a ser por Eris de Planeta Eris me hubiera pasado un poco desapercibida y le estaré agradecido siempre por descubrirme la literatura de María Oruña. Esta autora me ha fascinado en todos los niveles con su primera novela y por si fuera poco, las expectativas que tenía por su segundo libro eran muy grandes por lo que imaginar mi grado de emoción. ¿La conclusión? María lo ha conseguido, ha sabido sorprenderme con Un lugar a donde ir y además ha hecho que sepa ir a ese lugar que todos tenemos y el que debemos buscar.
          Después de los acontecimientos de Puerto Escondido, nuestros protagonistas Valentina y Oliver deben volver a su vida normal, a la rutina del día a día pero que equivocados están... Valentina recibe la llamada de la aparición del cuerpo de una mujer en una explanada y que parece estar salida de otro tiempo; el medieval. Oliver buscará la pista de su hermano Guillermo, desaparecido hace dos años, con la ayuda de su amigo Michael pero la vida de los dos cambiará con la presencia de una visita un tanto inesperada. Múltiples tramas irán apareciendo a la vez que María va tejiendo un tapiz para jugar con el lector y llevarlo por sus redes.
          Lo primero que quiero aclarar que este libro es independiente de Puerto Escondido, es decir, no es necesario haber leído el anterior para poder leer este ya que la autora ha conseguido aunar el misterio sin los spoilers que suele haber en ocasiones en este tipo de novelas. Se agradece muchísimo para toda aquella gente que se enganche al tren de María y que después quiera continuar con Puerto Escondido. Por lo tanto, amigos lectores, leed con tranquilidad y sin temor.
          Como bien he dicho en el pequeño resumen del libro, María juega con el lector. Nos va metiendo en el universo de la investigación del asesinato de la joven que parece de otro tiempo y con la investigación de la desaparición del hermano de Oliver. Una vez que estemos dentro de ello, dejémonos llevar por el vaivén y que nuestra mente divague por las distintas teorías que podremos tener y que os aseguro que nos daremos un par de sorpresas. En los detalles, está la solución porque al final todo está muy bien atado.
          Una de los magníficos puntos que quiero destacar es la habilidad de la autora que tiene de mostrar. Sí, sí, habéis leído bien, MOSTRAR y no narrar porque María enseña al lector lo que está sucediendo, es decir, quiere que sea una parte más de la novela y que se involucre en la resolución del caso. Sabe que desconocemos muchas de las cuestiones forenses e históricas pero es que los personajes son los mismos que nos resuelven esas dudas que nos van surgiendo para que nos hagamos una idea completa de lo que está sucediendo. Pocos autores tienen esa cualidad y creo que María es de las pocas afortunadas que tiene este don.
          Lo que ha ganado esta novela es la profundidad de los personajes en todos los niveles que podamos imaginar. Valentina y Oliver serán llevados por las corrientes y empujados en un acantilado para viajen hasta cierto punto a sus infiernos personales, que se cuestionen su manera de vivir y de pensar y que recapaciten para salir de ello. Precisamente, Un lugar a donde ir quiere decir que busquemos ese sitio, esa necesidad que tenemos para encontrar el punto en que necesitemos estar. Los personajes lo van a encontrar en esta novela y que mejor manera que siendo testigos de ello y a la vez, nosotros mismos encontrar el lugar a donde debemos ir.
          Creo que podría seguir y seguir hablando de la novela de María Oruña pero quiero que vosotros mismos podáis vivir y sentir todo lo que nos transmiten las páginas de Un lugar a donde ir. Es una experiencia vital que abre muchas puertas a nosotros mismos y a la vez podremos jugar con la autora en esta fantástica aventura.
          En resumen, Un lugar a donde ir es la novela en la que María Oruña se consagra y pega el golpe en la mesa para decirse, alto y claro, que es una de las nuevas voces de la literatura española a tener en cuenta a partir de ahora. Técnica depurada, nueva aventura y juego con el lector son lo que podremos encontrar en un libro que nos llevará por todos los rincones de nuestra alma, mediante sus personajes, para ser capaces de encontrar ese lugar al que debemos y tenemos que ir. Yo ya lo he encontrado y ahora te reto a ti lector, ¿has encontrado ese lugar?

Puedes comprar el libro aquí: Un lugar a donde ir
¿Has leído el libro o Puerto Escondido de la autora? ¿Qué te ha parecido? Espero tus comentarios más abajo :)