Hay libros que vas a leer y ya sabes lo que te vas a encontrar. Son libros previsibles o en los que esperas que las cosas terminen de cierta manera. Y luego hay libros que sabes desde donde parten, como van acabar y te siguen dejando con el culo fuera de la silla, destrozado por lo que no esperabas encontrar pero que te vas oliendo según avanzan las páginas. Este ha sido mi caso con Un monstruo viene a verme, la obra más famosa de Patrick Nessy doblemente premiada con el prestigioso premio Carnegie Medal al libro infantil / juvenil más destacado. El relato creado por Ness en colaboración con un magnífico trabajo artístico por parte de Jim Kay, está basado en la idea y personajes que tenía la escritora de genero infantil Siobhán Dowd desarrollados para su quinta novela, autora que murió desgraciadamente en 2007 por un cáncer. Patrick Ness como fan devoto de la autora, quiso utilizar lo que esta había desarrollado en una historia que la propia Siobhán Dowdhubiera adorado de leer, tomando la historia como suya en vez de intentar emular a la autora, dándonos una obra repleta de emociones.
La historia de Un monstruo viene a verme se centra en Conor O'Malley, un niño que se despierta la mayoría de las noches con la misma pesadilla desde que su madre ha comenzado un tratamiento para su grave enfermedad. Conor no está viviendo la mejor de las situaciones, tiene que valerse por sí mismo y ayudar a su madre, mientras a su vez sufre acoso escolar y se siente realmente solo, dado que su padre vive muy lejos y con otra familia, en América. De repente una noche todo cambia, el viejo tejo que vislumbraba desde la ventana de la cocina ahora tiene brazos, piernas y una cara, es un auténtico monstruo que ha cobrado vida. El terrorífico monstruo solo buscara una cosa, ayudarle, ayudar a Conor con aquello que más teme contar.
Ness ha creado un relato fascinante con una trama profunda que conjuga muy bien fantasía con realidad. Su estilo es impecable, dándonos una lectura muy ágil con un lenguaje sencillo pero que nos hace reflexionar y detenernos al final de cada corto capítulo, dado su cantidad de significados metafóricos. Os aseguro que lo tendréis que leer del tirón y aguantando el tipo tras el final de algunos capítulos, pero sin poder parar a respirar hasta la página final. La historia, narrada en tercera persona desde el punto de vista de Conor, tiene la total habilidad de meterse dentro de nosotros mismos, y hacernos sentir como Conor en su progresiva evolución va en búsqueda y captura de su verdad oculta. Puede parecer una historia de terror simplemente por las maravillosas ilustraciones que adornan la edición, y verdaderamente lo es, pero un terror que reside en nuestros fantasmas interiores, en nuestro subconsciente, y que a veces nos hace sufrir por no sacarlos a la luz.
Nuestro protagonista, Conor O’Malley es un personaje distante, demasiado maduro para su edad, que en un principio puede costar empatizar con él. Poco a poco vamos descubriendo su punto de vista, porque actúa de esa manera y que es lo que realmente le pasa. Y ahí es cuando tu pequeño corazón lector implosiona y la lagrima empieza asomar por el parpado. El principal mensaje del libro nos habla de la perdida y de cómo afrontarla, pero también se habla del apoyo a las personas con problemas. Muchas veces repetimos formulas estereotipadass que son banales, son palabras que se lleva el viento y no sirven para nada, solo para engañarnosy postergar el dolor tanto a nosotros mismos como a los demás. Esta historia nos habla de cómo afrontarlo y poder superar las dificultades, superar a nuestro monstruo interior para permitirnos curarnos por dentro y avanzar. Un monstruo viene a verme os tendrá pensando unos cuantos días después de su lectura, y creo que es una buena historia a la que volver más de una vez, porque al final te deja una sensación que divaga entre la tristeza y la felicidad de lo más agradecida.
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