Título: Un Mundo Feliz.
Autor: Aldous Huxley (1894-1963) nació en el seno de una familia perteneciente a la intelectualidad inglesa. Recibió una cuidada educación en Eton y en el Baillol College de Oxford, donde dio muestras de una gran precocidad intelectual, entrando de este modo en el mundo literario, frecuentando a escritores y trabando gran amistad con D. H. Larwence. Tras algunos coqueteos con el periodismo, se hizo novelista tras la Primera Guerra Mundial, después de experimentar casi todos los géneros literarios, orientando en sus primeras novelas los elementos científicos, sensuales y oníricos adquieren importancia. Huxley es autor de novelas tan célebres como La Isla, Contrapunto o Un Mundo Feliz, además de ensayos sobre las drogas tales como Las puertas de la Percepción o El Cielo y el Infierno.
Editorial: Debolsillo.
Idioma: Inglés.
Traductor: L.Salda.
Sinopsis: escrita en 1932, Un Mundo Feliz es sorprendentemente aclamada. En parte es una réplica de las ideas utópicas de H.G. Wells, que ya habían sido criticadas por E.M Foster en The Machine (1909). A pesar del tiempo trascurrido y en un mundo que ha visto cambios, la novela sigue manteniendo su interés, no sólo por su puntilloso estilo sino por el debate que inicia: ¿hasta dónde debemos sacrificar nuestra individualidad de cara a la proliferación de la tecnología, hasta dónde debemos continuar la búsqueda de un placer desenfrenado? Pero, a pesar de cierto tono pontificial, la novela mantiene un equilibrio perfecto entre la crítica y el humor.
Su lectura me ha parecido: abrumadora, excelente, brillante, original, inquietante, paradógica, muy reflexiva, digna de todos los elogios que ha ido recibiendo desde el momento de su publicación, pero sobretodo, desde el instante en el que fue acogida con cariño por parte del gran público. Lectores y lectoras, como ya sabéis, hace unos días dimos por inaugurada esta nueva temporada de reseñas en el blog, y como no podía ser de otra forma, empezamos fuerte, tal vez demasiado fuerte con una lectura muy importante. Los pocos que estos días habéis comentado la entrada anterior, habéis acertado plenamente a la pregunta de cual iba a ser la primera lectura a reseñar en este espacio, siguiendo unas pistas bastante claras. Pero no me gustaría empezar de este modo la reseña de este libro, pues, su lectura, guarda tras de si una intensa historia de amor-odio muy especial por parte de una humilde servidora con un afortunado final feliz. Además de por esta especial relación con el libro que hoy reseñaremos, también he considerado de vital importancia escoger esta lectura por su impactante contenido, el cual, no ha dejado indiferente a generaciones y generaciones de lectores porque el conflicto, el debate, la controversia, las ideas...Todo sigue ahí, incluso algunos pronósticos se han echo realidad, lo que bajo mi punto de vista no dejará nunca de parecerme increíble y provocarme cierto temor por lo que nos puede deparar el futuro. Lectores y lectoras, sin más preámbulos, os presento a Un Mundo Feliz: la distopía y la crítica en todo su esplendor.
La historia de como Un Mundo Feliz acabó formando parte de mi biblioteca particular es tal vez una de las más importantes que os haya contado en este espacio. Como bien sabréis, hace unos meses me encontraba enfrascada en el famoso TFG en el que pretendía explicar a través de la literatura la opinión de un determinado tema o problema histórico, pues bien, al final, decidí tirarme a la piscina y hacer lo que mi instinto y mi inquietud me dictaban, es decir, abordar la visión del totalitarismo a través de la novela distópica. Se que muchos de vosotros estaréis pensando que me había metido en un autentico berenjenal embarcandome en dicho proyecto, pero lo cierto es que me cautivó desde el primer momento y disfruté mucho realizándolo, buscando la información necesaria y leyendo las novelas planteadas. Sin embargo, también os tengo que confesar que había ocasiones en las que odiaba con todas mis fuerzas leer sobre lo mismo y tener la sensación de no avanzar algunas jornadas, y eso me pasó con esta novela. Un Mundo Feliz formó parte de esa pequeña selección de lecturas escogidas para el trabajo, tenía ganas de leer el libro, desde mucho antes de plantearme el tema del trabajo y pensé que aquella sería la mejor ocasión. Recuerdo que lo adquirí en una librería de mi ciudad llamada París Valencia, en una edición muy humilde, tiradísimo de precio, después su lectura consiguió satisfacer parte de mis inquietudes intelectuales, aunque no pienso ocultar que en más de una ocasión su análisis pormenorizado me causó más de un quebradero de cabeza. Finalmente, y tras un gran esfuerzo, conseguí terminar el TFG a tiempo y defenderlo ante un tribunal especializado. El resultado: un sobresaliente, una entusiasmada felicitación por parte de los expertos, como consecuencia, una sonrisa tatuada en mi rostro durante semanas y semanas, un incentivo para seguir ahondando en el tema y por supuesto, un enorme agradecimiento al gran Huxley.
Centrándonos en la critica propiamente dicha, lo primero que cabría mencionar sobre Un Mundo Feliz es la acertada prosa que Huxley usa con gran habilidad y maestría para transportarnos, sin movernos del sillón, a un mundo abominable y en el que la tecnología avanza a pasos agigantados. Su lectura ágil e irónica en ocasiones nos permite apreciar la narración con una mirada más interesante y crítica, la cual, es incapaz de conformarse con una lectura más lineal, de hecho, es imposible atreverse a leer Un Mundo Feliz sin pasar por alto la cantidad de información, de reflexiones morales y de atrevimiento literario que esta nos muestra. Pretender una lectura lineal convertiría al lector en un simple objeto, sin capacidad de opinar ni hacerse preguntas. Seguidamente, es importante apuntar que Un Mundo Feliz está cargado de simbología, y esta es tan abrumadora que en ocasiones es imposible apreciar todos los elementos en su conjunto, no obstante, y muy hábilmente, Huxley apuesta por introducir ciertos "golpes de efecto" a la historia, consiguiendo que el lector acabe impactado, con ganas de buscar información, e incluso provocar cierto temor. Por último, me gustaría compartir con vosotros el magnífico trabajo de Huxley con respecto a la construcción de sus personajes, convirtiéndolos en seres cercanos y distantes a la vez, que pueden provocar comprensión y desprecio al mismo tiempo. Tornándolos de este modo en inmortales para la memoria colectiva, irreemplazables para la historia de la literatura.
Frases o párrafos favoritos:
"Sí, "hoy todo el mundo vive feliz". Eso es lo que ya les decimos a los niños a los cinco años. Pero ¿no te gustaría tener la libertad de ser feliz...Feliz de otra manera? A tu modo, por ejemplo; no a la manera de todos."
Pelicula/Canción: de esta inmortal novela se han echo innumerables adaptaciones, sobretodo al terreno de la televisión, del teatro y de la radio. No obstante, todavía no ha habido ningún director que de haya atrevido a adaptarla cinematográficamente. Existe un rumor de una posible adaptación dirigida por Ridley Scott que podría estar protagonizada por el mismisismo Leonardo DiCaprio (Titanic). Sin embargo, solo es eso, un rumor. Aquí os adjunto el primer capitulo de la miniserie producida por la BBC en los años 80, basada en la novela:
¡Un saludo y a seguir leyendo!