Tras el desenlace de la cuarta prueba, Laia y Elias se ven obligados a huir de la ciudad de Serra perseguidos por un ejercito de máscaras. Ahora, su única esperanza es Darin, el hermano de Laia, cuyos conocimientos sobre el acero sérrico son la clave para el futuro de los académicos. Pero Darin se encuentra encerrado en la prisión de Kauf, la más inexpugnable y peligrosa de todo el imperio. A pesar del riesgo que supone, Laia está decidida a liberar a su hermano y Elias está decidido a seguir a su lado, aunque esto suponga renunciar a su propia libertad.
Los dos fugitivos tendrán que luchar a cada paso para llegar a su destino y burlar a sus muchos enemigos: el cruel Comandante, los soldados del Imperio, el sádico guardian de Kauf y, sobre todo, a Helene Aquilla, sometida a la voluntad de Marcus, el retorcido nuevo lider del Imperio. La que una vez fue amiga y compañera, tendrá que hacer frente a una misión tan clara como inesperada: encontrar al traidor Elias Veturuis y a su compañera... y matarlos a los dos.
La novela continúa justo donde lo deja el final de la primera parte de esta saga, no hace falta decir que a estas alturas la tensión de ese climax final se ha diluido dejando un espectro de urgencia muy distinto. En esta segunda entrega se lo reconozco, la autora ha puesto mucha más garra, acción y dinamismo a la trama. Además contamos con un una nueva voz narradora que convierte a una llama en las cenizas en la hermana fea de la saga y atenta con solventar muchos de los puntos flacos que mostraba.
Recordamos que seguimos a Elias, un joven guerrero que lucha en las pruebas para convertirse en rey que plantean los místicos sabios, en una competición llena de muerte y retos. Con un relato repleto de acción, intrigas tensión y misticismo. Por otra parte tenemos a Laia, una joven que se ha visto empujada a la rebelión y a espiar a la comandante, la mujer más peligrosa del imperio que termina sorprendiendo a pesar su aspecto y actitud mojigata. Con unos pasajes quejumbrosos y anodinos.
Dos personajes tan distintos de la misma mano. Sin embargo, un cambio repentino al final de la primera parte y la adición de una nueva narradora, un personaje ya conocido y con mucho potencial y carácter hacen que esta nueva novela mucho más entretenida y dramática. Desde luego suma muchos puntos a una historia con leyendas mágicas, un reino inestable, una fuerte casta de guerreros temibles.
Además es que quedé completamente enamorada de Helene como narradora puesto que suma dramatismo a la novela.
Contenta con cómo continúa la historia de Elias, aunque relaja el ritmo y sus pasajes se vuelven más contemplativos y enigmáticos. Pero también aporta más al mundo en que se desarrolla la historia, a sus persones y a la trama principal que había quedado difuminada en la primera parte, por subtramas secundarias.
Mejora notable desde el punto de vista de Laia que sigue siendo un personaje que nada entre la inocencia y la ignorancia, pero va mejorando y ahora aporta más intriga e incluso tensión del que suscitaba en la primera parte. Bien recibida porque la evolución del personaje, aunque abrupta , ha sido acertada.
El relato, la verdad es que tienen poco de sorprendente, tiene una prosa entretenida y dramática con un ritmo bien estudiado. Con la correcta modulación para cada personaje narrador y una adecuada proporcionalidad de acción a lo largo de la historia, en esta ocasión desplegada con mayor agilidad y mejor manejo del misticismo y las leyendas que comprenden el trasfondo.
Sin duda esta segunda entrega continúa desarrollando el mundo y aprovechando el potencial que ha demostrado hasta ahora y, por supuesto apunta a una tercera y cuarta parte más que interesante.