Reseña | Una chica con estilo, Olivia Ardey

Por Flordecereza @NovelaRomantica

Una chica con estilo
Ediciones Versátil5 Octubre 2015HistóricoIndependiente
Nueva York, 1921. «Ray Donnelly supo que aquella sonrisa desobediente le traería problemas. Esa chica de Boston era de las que miran a los ojos y trituran las aceras a golpe de tacón».
Durante la primavera de 1921, Helen McKerrigan-Montero viaja a Nueva York para acompañar a su hermana Laura, a punto de dar a luz. Debido a una absurda confusión, se convierte en el objetivo de una banda de gángsters de los bajos fondos. Para su sorpresa, el responsable de su protección es alguien a quien no ha podido olvidar.
El comisario Ray Donnelly asume el deber de proteger a Helen hasta ver entre rejas a quienes dispararon contra ella. Mientras resuelve el caso, debe alejarla del peligro de Manhattan, por lo que decide esconderla en la granja de sus padres en Germantown, hasta el día en que ambos deban declarar en el juicio. Allí, Helen, conocerá a una personita que le robará el corazón.
Pero Helen no es una mujer dócil ni hogareña; es apasionada, rebelde, decidida, coqueta y posee una lengua demasiado afilada para Ray, que ya ha conocido a muchas mujeres sofisticadas y huye de ellas con desesperación. Sin embargo, cada día que pasa en su exasperante compañía, intuye que le será muy difícil decirle adiós.


Cuando supe de la publicación de este libro solo con la sinopsis y conociendo quien era su autora comprendí que si no terminaba leyéndolo iba a arrepentirme durante mucho tiempo. Sin más datos que estos, además de verme influenciada por su hermosa portada, me sumergí en la extraordinaria trama que escondían las páginas de esta obra para acabar recibiendo una gran sorpresa que solo hizo aumentar mis expectativas sobre lo que me iba a encontrar. De este modo, Una chica con estilo de Oliva Ardey ha resultado ser la continuación de la novela Delicias y Secretos en Manhattan, algo que no me esperaba pero que me ha encantado, pues gracias a este libro voy a poder conocer más a fondo a Helen, la mayor de las hermanas Mckerrigan-Montero, además de poder reencontrarme con personajes muy queridos que me marcaron y que años después aún siguen en mi recuerdo.
Helen Mckerrigan-Montero es una atractiva viuda, rica e independiente que va a trasladarse hasta Nueva York para acompañar a su hermana Laura en el feliz momento del parto. Como hija de un gran hotelero lleva el negocio en la sangre, ayuda a su padre en la dirección de los distintos hoteles que posee pero siente que su vida está incompleta a pesar de la ajetreada existencia que lleva. Los días que va pasar junto a su hermana se supone que van a ser un descanso de todo, pero un inoportuno suceso la va a poner en la mira de gente peligrosa que la hará temer por su vida.
Ray Donnelly es comisario de policía en la ciudad de Nueva York, abandonó su apacible vida en el campo y en la granja familiar para conseguir prosperar y cumplir su sueño. Allí en Germantown dejó a sus padres y a su hijo, pero ahora, años después de tomar esta dura decisión, puede afirmar que ha conseguido hacer el hombre de bien que siempre deseo ser. No obstante, el humilde éxito que su carrera le ha otorgado no lo ha hecho completamente feliz pues su día a día sigue siendo solitario y las mujeres que pasan ante él no terminan encajando en su peligrosa existencia. De este modo, para él solo existen sus padres y su amado hijo Oliver, con ellos y su trabajo piensa que tiene bastante hasta que su vida termina cruzándose con la sofisticada y cabezota Helen Mckerrigan-Montero, una mujer indomable que lo sacará de quicio hasta llevarlo al límite.

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Helen necesita ayuda, una equivocación la ha llevado a ser perseguida por un grupo de gángsters, su vida está en peligro y solo existe un hombre capaz de ayudarla, aunque esto suponga acercarse al tipo que más la exaspera y que a la vez más la atrae desde que falleció su esposo. Por lo tanto, la necesidad de Helen de ser protegida conducirá a Ray a convertirse en su guardián, en su protector y para que todo esté más controlado no se le ocurrirá otra opción que esconderla durante el tiempo que se resuelve el caso en la granja de su familia, en Germantown, una solución un tanto extrema, pero inevitable que los llevará a estar más tiempo juntos y a compartir experiencias inolvidables que unirán sus vidas para siempre.
A medida que avanzan los días, Helen descubre que vivir rodeada de toda esta gente la ha hecho anhelar cosas que llevaban mucho tiempo sepultadas, además el cariño que Oliver, el hijo de Ray, le da, unida a los fuertes sentimientos que están surgiendo hacia su guapo comisario están rompiendo las barreras que alzó tras una historia dolorosa, no desea sufrir pero su corazón la empuja a abrirse a todo lo bueno que se le ofrece. Asimismo, para Ray todo lo que está sintiendo es nuevo, se está enamorando de una mujer distinta a todo lo que él buscaba y aunque desprecia la sociedad a la que Helen pertenece, con su poder y su opulencia, sabe que no tenerla en su vida sería el mayor error que podría cometer. Sin embargo, ambos deberán aprender una gran lección si persiguen ser felices, pues Ray tiene demasiado orgullo y si no quiere ver como su amada termina alejándose de él deberá dejarlo de lado, Helen por su parte tendrá que empezar a confiar en él y a compartir las decisiones como haría toda pareja que se ama, pues el ego de nuestros héroe no va a aceptar ser manejado e ignorado. Así pues, nuestra pareja protagonistas va a vivir un gran romance plagado de amor y deseo, pero también van a tener que desvelar quién atenta contra ella, algo que será descubierto tras un gran giro de los acontecimientos que nunca llegaron a imaginar.
Oliva Ardey es una de mis novelistas favoritas, pues siempre logra enamorarme con sus historias y personajes. Su detallado y descriptivito estilo narrativo siempre consigue transportarme para vivir al cien por cien la trama y esta vez no iba a ser distinto. He viajado de su mano hasta 1921, he paseado por las calles de Nueva York y Boston, conocido hermosos edificios y me he recreado en los extraordinarios parajes de Germantown, un pueblo que he hecho mío, con unos vecinos cotillas, amables y cariñosos. De este modo, todo esto me ha facilitado sentir las vivencias de Helen y Ray como mías pues era imposible no convertirme en un lector activo de la obra. Pero realmente no ha sido solo esto lo que me ha conquistado y ha hecho que esta novela se convierta en una de mis favoritas, también ha ayudado el carisma de los distintos personajes, a cada cual más atrayente, como los padres de Ray, una pareja entrañable que apoyará su historia desde que conocen a Helen. Asimismo, también volvemos a coincidir con Laura y Kennedy protagonistas de Delicias y secretos en Manhattan, una pareja inolvidable. Sin embargo, para mí el mejor ha sido Oliver, un niño que va a demostrar la gran fortaleza que tiene y la maduro que pese a su corta edad, me emocionaba y me caló muy hondo. Así pues, Helen y Ray una pareja en constante lucha por conseguir salirse con la suya nos hará reír e incluso sufrir, pero será el apoyo de ese gran elenco de secundarios lo que logrará que su turbulenta historia de amor alcance el final feliz que todo romance se merece.
Una chica con estilo de Oliva Ardey es una novela que como el título dice rebosa estilo. Viviremos con intensidad una historia de amor entre dos personas muy distintas, con un gran impedimento para ser felices, pero que lograran superarlo una vez entiendan que lo único importante son ellos, pues el resto del mundo sobra.