306 páginas || Papel
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Max participa, junto a un grupo de marginados e inadaptados sociales (o como él los llama, locos de mierda), en un ensayo clínico probando un fármaco dirigido a personas con problemas para relacionarse con los demás. Mientras asisten a una terapia de grupo, un extraño virus que se transmite por Internet comienza a afectar a los seres humanos de todo el planeta, convirtiéndoles en bestias agresivas sin conciencia y con impulsos asesinos. Pronto descubrirán que el fármaco que están probando les hace de alguna manera inmunes a la infección.
Juntos, tratarán de averiguar qué o quién está detrás de este sangriento cataclismo global, y de sobrevivir a este día con ayuda de los traumáticos recuerdos que les convirtieron en inadaptados sociales en un primer momento.
Max no es capaz de relacionarse de manera normal con los otros. Además, en el pasado tuvo serios problemas que le han llevado a seguir una terapia de grupo con otros chicos y chicas con situaciones parecidas. Todos ellos están probando un fármaco dirigido a personas con problemas para relacionarse con los demás, pero no sienten que les funcionen del todo. Mientras ellos están en dicha terapia, algo sucede en el resto del mundo, y los seres humanos terminan infectados por un virus que se transmite por internet y que parece que a ellos no les afecta gracias al medicamento que están tomando. Encerrados en el edificio donde siguen el tratamiento, intentan averiguar qué está pasando fuera, al mismo tiempo que luchan contra sus propios demonios y problemas, y la situación se irá complicando a medida que pasa el tiempo y la infección sigue avanzando. ¿Serán capaces de sobrevivir y descubrir qué está ocurriendo y por qué? ¿Conseguirán superar a la vez, sus propios miedos?
Hay algo absurdo en nuestro cerebro que nos hace tener una profunda y fuerte necesidad de ser aceptados por los demás. Podemos dar y recibir consejos sobre lo contrario, incluso tener filosofías estúpidas sobre no hacer caso de lo que piensen los demás, de querernos y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos, pero eso es hipócrita. Que lo que más nos importe sea lo que piensen los demás es parte de nosotros. Nuestra evolución como especie ha creado esa dependencia social, y le ha llevado millones y millones de años. No vas a venir tú ahora con una frase ñoña escrita sobre un fotograma de la película Amelie a luchar contra ello. De hecho, nadie diría en voz alta «no me importa lo que piensen los demás de mí» si no le preocupara que alguien pudiera pensar que sí que le importa. Podemos fingir lo que queramos, pero no podemos arrancarnos el cerebro.
Una disociación, más bien. Pero eso no quiere decir que no exista. En algún lugar existen las cosas que imaginamos. Si no existieran, no podríamos hablar de ellas, y no afectarían a lo que pasa en el mundo.La parte del virus, como ya he dicho, es muy original, o al menos yo no había leído hasta ahora nada parecido. Normalmente en estos libros el virus se transmite y se propaga como una enfermedad, y que aquí sea por internet, simplemente por estar navegando en la red, asusta, porque como he dicho antes, no creo que sea una idea tan rara, y sí algo posible. Así que nos encontramos con una historia original en cuanto al contagio, aunque el resto de elementos sean los típicos de estas historias. Pero también el final es distinto y sorprende, y al menos a mí me ha pillado totalmente descolocada, y me ha gustado mucho. Es cierto que a medida que vas leyendo vas suponiendo el problema que tienen los personajes, o alguno de ellos al menos, pero el final, no me lo esperaba para nada, y eso hace del libro algo más original aún. Además que llega un momento en el que comienza realmente la acción, y las heroicidades, y las muertes, y todo está muy bien llevado y se disfruta mucho, al menos si, como a mí, os gustan cierto tipo de escenas más sangrientas.
La forma de escribir del autor me ha gustado mucho porque todo está muy bien descrito y explicado y se comprende fácilmente la situación, lo que ocurre, cómo ocurre y, sobre todo, por qué ocurre. Si que es verdad que hay algún salto temporal con alguno de los personajes quizá demasiado grande, y pasan de un lugar a otro sin que sepamos muy bien cómo, pero tampoco es algo que influya o dificulte la lectura. Lo que si que me ha gustado menos, pero es algo muy personal porque no le pillo el punto en los libros nunca, es la parte más cómica, por así decirlo. No he conseguido todavía que los toques de humor en los libros a mí me hagan gracia, y este no ha sido una excepción. Pero como digo, es algo personal y sé que a otra gente eso también le ha gustado, así que seguro que a vosotros os gusta.
La idea del karma forma parte de los mismos consuelos estúpidos que los seres humanos han ido creando a lo largo de la historia para no tener que lidiar con el horrible hecho de que el universo está dominado por el caos, que no nos debe ningún tipo de justicia, y que un día vamos a morir teniendo la inevitable sensación de no haber alcanzado todo lo que queríamos de la vida.
Gracias al autor por el ejemplar.