Reseña: Y tú no regresaste - Marceline Loridan-Ivens

Sinopsis:

Hay libros imprescindibles que dejan una marca indeleble, que aun después de haberlos terminado permanecen vividos en nuestro recuerdo, Y tú no regresaste, es uno de ellos.Marceline Loridan-Ivens, que ha tenido una larga y reconocida carrera como realizadora cinematográfica, fue deportada a Auschwitz-Birkenau en el mismo convoy que su padre el 13 de abril de 1943, cuando contaba apenas quince años. En estas páginas, que son una carta abierta al padre que no sobrevivió, Loridan-Ivens se adentra con implacable lucidez en el dolor de la pérdida y en el terrible sentimiento de culpa que acompaña siempre a quienes consiguen salir con vida del infierno, pero dejan atrás a los que aman.Editorial: SalamandraLibro autoconclusivoNº de páginas: 92
Ficha Boolino
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Opinión personal:
Estamos ante un libro diferente, especial, mágico… Pero sobretodo real. Marceline nos narra en primer persona, a través de una carta dirigida a su padre, cómo fue su experiencia en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y qué fue de ella tras la separación de ambos.

El libro está dividido en cinco partes e iremos conociendo cómo era la vida de Marceline y su familia antes, durante y después de su etapa en el campo. Fue apresada a la edad de 15 años junto a su padre y su hermano pequeño, y recorrieron juntos el camino en tren hasta su destino. Su padre le dijo que ella sobreviviría, era joven y fuerte y podría con esto. Varias veces durante el relato recordará la frase que su padre le dijo, y quizás fue esa frase la que le dio fuerzas y más ganas de vivir.
“Tú podrás regresar, porque eres joven, yo ya no volveré”
Cuando llegó al campo, fue separada de su padre: él iría a Auschwitz, ella a Birkenau. Pocas veces más vería le vería. Día a día tuvo que soportar vivir en condiciones infrahumanas y ver cómo sus compañeros morían de hambre, frío… O en las cámaras de gas. Muchos se quitaban la vida, pero ella luchaba para volver a ver a su padre.
Cuando la resistencia comenzó a ganar terreno, Marceline, junto con sus compañeras, fue trasladada a otro campo, Bergen-Belsen, donde no se les trataba tan mal y donde no existían las cámaras de gas. Finalmente llegaron a Checoslovaquia y pudo huir a Praga. Consiguió sobrevivir y volver a casa, pero ya nada volvería a ser lo mismo. Durante dos años, tuvo que soportar las vejaciones a las que les sometían los alemanes y sus aliados. Cuando por fin acabó la pesadilla, volvió a su casa y se encontró con una familia deshecha y muy afectada por la muerte de su padre. Varios de ellos jamás se repusieron a su pérdida.
Marceline nos hará reflexionar sobre el mundo en el que vivió ella y el mundo en el que vivimos nosotros. Con este relato, vivimos el sufrimiento del pueblo judío de primera mano. Parece increíble que no hace tanto tiempo algo así sucediera. Muy pocos sobrevivieron y volvieron a casa, y gracias a nuestra protagonista sabemos que el sufrimiento no terminó allí. A su vuelta se encontró con gente que no entendía por lo que había pasado y que no sabía tampoco cómo ayudarla. El exterminio nazi provocó muchas muertes y rompió muchas familias. 
Ahora, a la edad de ochenta y seis años, y a través de este relato, Marceline nos cuenta cómo nunca se recuperó de lo vivido allí, que cada día tiene en mente a su padre y que, por muchos años que hayan pasado, jamás olvidará los dos años más largos de su vida.
Y tú no regresaste es un relato corto, real, desgarrador e intenso que todo el mundo debería leer una vez en la vida.

*Muchas gracias a Boolino por el ejemplar*