Reseña: Yo soy Malala, de Malala Yousafzai «La niña que sobrevivió a un disparo talibán»

Publicado el 03 marzo 2014 por Mientraslees

La historia de la joven que defendió el derecho a la educación y fue tiroteada por los talibanes.

YO SOY MALALA, de Malala Yousafzai y Christina Lamb Alianza Editorial Cómpralo en Popular Libros Está disponible en ebook
Cuando los talibanes tomaron el control del valle de Swat en Pakistán, una niña alzó su voz. Malala Yousafzai se negó a ser silenciada y luchó por su derecho a la educación. El martes 9 de octubre de 2012, con quince años de edad, estuvo a punto de pagar el gesto con su vida. Le dispararon en la cabeza a quemarropa mientras volvía a casa de la escuela en autobús, y pocos pensaron que fuera a sobrevivir. Sin embargo, la milagrosa recuperación de Malala la ha llevado en un extraordinario periplo desde un remoto valle en el norte de Pakistán hasta las Naciones Unidas en Nueva York. A los dieciséis años se ha convertido en un símbolo global de la protesta pacífica, y es la nominada más joven de la historia para el Premio Nobel de la Paz. "Yo soy Malala" es el excepcional relato de una familia desterrada por el terrorismo global, de la lucha por la educación de las niñas, de un padre que, él mismo propietario de una escuela, apoyó a su hija y la alentó a escribir y a ir al colegio, y de unos padres valientes que quieren a su hija por encima de todo en una sociedad que privilegia a los hijos varones. "Yo soy Malala" nos hace creer en el poder de la voz de una persona para cambiar el mundo.
octubre, 2013 376 pp 18,00 € 978-84-206-7888-7
“Tenía miedo de ir a la escuela porque han publicado un edicto prohibiendo a todas las chicas ir al colegio. Solo 11 estudiantes fueron a clase, de un grupo de 27… Camino a casa escuché a un hombre diciendo ‘Te mataré’…”Estamos ante un libro de esos que cuando lo lees, dejan huella. No es cualquier historia sobre la vida maltrecha de una joven que ha vivido las desgracias de la guerra. Ni siquiera podemos categorizarla como la biografía de una mujer maltratada por el machismo del islam. Es algo mucho más profundo, que cuando lo entiendes traspasa todas las fibras de tu ser. Yo soy Malala prueba el poder de la palabra escrita, de la educación, la verdadera arma de destrucción masiva de maldad, ignorancia y desigualdades.
Yo soy Malala llegó a mi vida de manera curiosa. Mi esposa quería leerlo, pero ella está pasando por una grave crisis y le cuesta muchísimo leer, así que me dije: yo lo leo. No tenía interés anterior a la llegada del libro a casa, así que empecé a leerlo sin ningún tipo de expectativa. De la historia original no sabía nada, sólo lo básico: Malala era una niña de apenas 14 años que había sobrevivido al disparo en la cabeza de un terrorista talibán. Lo que me esperaba en esta aventura era para mí una verdadera sorpresa. Y ha sido una de las mejores sorpresas que me han ocurrido en este año 2014.
Cuando os acerquéis a este libro, os encontraréis la biografía de una niña llamada Malala que vive en el valle de Swat, en Pakistán. Primogénita de una familia humilde del valle, es la hermana mayor de tres hijos, los otros dos varones. Cuando ella nació no se escucharon disparos de rifles al cielo (señal de la llegada de una alegría, un varón a la familia), tampoco se celebró. Sin embargo, su padre, un hombre de letras que luchaba ya en su día por crear una escuela, le pidió a sus amigos que dejaran en la cuna de su primera (y en esa época, única) hija las ofrendas típicas que se les da a los niños cuando nacen. Ya comenzaba la diferencia que tendría que vivir Malala, la diferencia de ser una ciudadana de segundo orden. No obstante, su padre, Ziauddin Yousafzai, fue el primero que confió en su hija, antes incluso de que ella supiera hablar. El nombre de Malala viene de una heroína real que tuvo la nación de Pakistán, Malalai de Maiwand. Le pusieron este nombre porque Ziauddin creía que su hija iba a ser una mujer importante, que iba a hacer grandes cosas. No se equivocó.
Con apenas 11 años, Malala se convirtió en toda una eminencia en el mundo cibernético bajo el seudónimo Gul Makai, regentando un blog de denuncia social sobre las atrocidades que ocurrían día sí y día también en todo Pakistán. Poco a poco, Malala dejó de ser una simple niña que luchaba por la educación y la paz, para convertirse en toda una activista profesional, acompañada de su padre, también activista y luchador nato por los derechos humanos.
En Yo soy Malala asistiréis a la creación de una nación que, en palabras de Malala, nació a Medianoche. Toda la historia que envuelve a Pakistán, de cómo su creador, Muhammad Ali Jinnah, deseaba un lugar de paz y civilización y que murió antes de poder ver en lo que se había convertido, justo en todo lo contrario que había deseado y luchado tanto por conseguir. Pakistán se ha caracterizado todo este tiempo por ser una nación revuelta, muchas guerras y asesinatos se han producido allí y la tristeza y la miseria se han quedado instaladas. Sin embargo, Malala es capaz de darnos una visión positiva de las gentes que viven en su misma situación, nos da una explicación de todo lo que ocurre y que nosotros sólo escuchamos manipulado en prensa y televisión. Malala nos regala un trocito de su amada tierra y nos enseña a respetar a los que sienten diferente que nosotros.
Entre las cosas que más me sorprendió de Yo soy Malala se encuentra todo lo que aprendí sobre Pakistán y el pueblo Pashtún, gentes humildes, que comparten todo lo que tienen, personas pasionales, tanto para lo bueno como para lo malo. Allí en valle de Swat existían varias escuelas para niñas. Hasta escuelas de niñas y niños. El padre de Malala era director de unas cuantas. Eso me sorprendía, porque yo creía que era imposible. Sin embargo, Malala iba a esas escuelas, sabía inglés, aprendía matemáticas, química, historia y literatura. Con apenas 10 años ya leía libros que yo aún no he leído y miraba con nostalgia la libertad que sus heroínas, como Anna Karenina, ostentaban. Eso me escandalizaba mucho, pues Anna Karenina, por ejemplo, no es que fuera “tan” libre. ¿Qué clase de mundo viviría esta pobre niña día tras día? ¿Sabéis qué es lo más triste? Que estos supuestos representantes de Dios en la tierra (los talibanes) le niegan el derecho a las mujeres a ser personas, pero en el propio Corán de la religión musulmana se deja constancia de la obligación de haber igualdad entre hombre y mujer.

“En justicia,los derechos de las mujeres, (con respecto a sus maridos) son iguales que los derechos de estos con respecto a ellas. Azora 2, Aleya 228 del Corán”Lo más destacable es la figura paterna de Malala. Ziauddin es otro héroe enorme en esta historia. Un padre que lucha por su hija hasta dejarse la vida. Arriesgando su propia piel, orgulloso de su única hija como ningún hombre estaría en la vida. Ziauddin es quien le enseña a Malala todo lo que sabe, el respeto, la importancia de la educación y el amor por la paz. Es este mismo hombre el que jura y promete a la pequeña que nadie jamás le cortará las alas. Eso se lo dice con miedo, sabiendo que los talibanes se acercan al valle de Swat y todas esas horribles noticias de sangre, de mujeres asesinadas o muertas en vida, encerradas y a oscuras, historias pesadillescas que vienen desde Afganistán, podrían instaurarse en su pequeño valle.
Otro aspecto positivo de esta biografía es toda la información política que podemos absorber mientras lo leemos. Ya no sólo de la importancia de EEUU y sus horribles decisiones o de la creación de estos radicales terroristas llamados talibanes, sino también de la propia política de Pakistán. Conoceremos momentos culminantes de la historia de este país y podremos ser testigos de cómo el pueblo de Pakistán, al conocer la horrible noticia del ataque hacia Malala, se vuelcan en ella, porque la ven la sucesora directa de Benazir Bhutto, antigua Primera Ministra de Pakistán (1988-90; 1993-96).
Después del atentado de Malala, cuando es trasladada al hospital militar de Pakistán, viviremos los momentos de tensión más horribles que la literatura nos pueda dar. Y es que esto fue real, más real que nada. Una niña al borde de la muerte. Y todo por culpa de unos psicópatas radicales. Toda la nación se estremeció. Y la tristeza de su familia, de la gente cercana que en algún momento ayudó a Malala en su importante lucha contra la violencia de su país, nos deja sin aire. Yo no podía parar de leer.
Me estremecí de emoción cuando tantos países se unieron para salvarla. El relato que ella misma nos cuenta tiene una fuerza que traspasa las páginas. Casi lloré cuando el príncipe de los Emiratos Árabes le fletó un avión privado, de la familia real de ese país, para que pudieran trasladarla con urgencia a un hospital de Inglaterra. Me emocioné terriblemente cuando vi a tantos países, diferentes todos ellos, unidos para salvar la vida de una niña. Definitivamente, toda la aventura y todas las personas que estuvieron implicadas en esta, son una vorágine de emociones que debéis experimentar leyendo esta biografía.

  • Te gustará este libro si:
Este libro es de lectura obligada, así que espero que lo leas, te llame la atención o no. No se trata de una novela de aventuras ni de romance, sino de algo mucho más impresionante: la vida misma y la fuerza de la esperanza. Te gustará si sabes apreciar las grandes historias de la Humanidad.
  • No te gustará este libro si:
Si tienes un nulo interés en los derechos humanos o en lo que ha ocurrido en los últimos años en el mundo, ¡no lo leas, pero tampoco leas periódicos o cosas similares! Si no te interesa aprender nada sobre el mundo islámico y sobre el mundo en general… definitivamente te estarás perdiendo una de las joyas más impresionante de los últimos años.
Sin lugar a dudas Yo soy Malala es una lectura obligada. Debería darse a los niños en los países Occidentales y que supieran que, en otra parte del mundo, hubo una niña llamada Malala que casi perdió la vida defendiendo el derecho de ir a la escuela. Esa misma escuela a la que ellos a veces odian ir.

Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.