Gemma Herrero Virto, es autora de varios libros, todos ellos autopublicados. Forma parte de esos nuevos escritores que no esperan a que una editorial decida apostar por sus historias, sino que, son ellos mismos, los que llevan a cabo todo el proceso de publicación y publicidad, sacando al mercado sus obras por sus propios medios, en lugares como Bubok o Amazon, que se ha convertido este último, en la principal plataforma para muchos de ellos. Aunque tampoco le ha importado regalar sus novelas en diversas ocasiones, en un intento por incentivar al lector reacio, para que se decida por alguna de sus criaturas. Sin duda este es un trabajo arduo que no siempre tiene como resultado los objetivos esperados.
El título completo de esta novela es “Zhilan, el hombre confuso, el chino muerto y los gatos parlantes”, la última novela de Gemma que ha salido al mercado. Podríamos decir que en sí mismo este título sintetiza a la perfección el argumento de la historia. Todo comienza con Álex cuando se despierta en un parque con un fuerte golpe en la cabeza. No recuerda qué ha pasado ni cómo llegó allí y mucho menos se acuerda de quién es el anciano chino que yace a su lado con un puñal sobresaliendo de su pecho. Por suerte, o por desgracia, una gata que lo ha visto todo desde la rama de un árbol comienza a explicarle lo que ha sucedido.
Un escollo que tuve que superar es la falta de empatía que tuve con el personaje en un primer momento, aunque es curioso porque a pesar de que no me agradó mucho terminé por cogerle aprecio. Va a ser verdad eso de que el roce hace el cariño. Podría ser el resultado de haberse enamorado, que ya sabemos que vuelve idiota a la gente, o eso dicen, pero él ya era así antes de que sus ojos no pudieran desviarse de la mujer, que se convirtió desde el primer instante, en lo más importante de su vida; ni siquiera las bombas y las numerosas muertes a su alrededor, le quitan demasiadoel sueño ya que sólo tiene una cosa en mente: ella, y si existe la posibilidad de perderse entre las sábanas. Supongo que al igual que la trama se le fue de las manos a la autora, siguiendo su propio camino, tal vez sucedió lo mismo con el protagonista, que no se caracteriza por ser perfecto, ni caer bien de antemano; él es así, tal cuál, con sus defectos y sus virtudes.
Viviremos esta historia en primera persona, siendo Álex nuestro Cicerón. Toda su vida da un cambio radical pasando de ser anodina, a una total y absoluta locura. Su amor por Zhilan es inmediato y pasaremos momentos divertidos y tiernos junto a ellos, exceptuando algún que otro comentario fuera de tono que me sacó de mis casillas. Desde el momento que la descubrió, al otro lado del restaurante, las cosas parecen torcerse, es como si la mala suerte les persiguiera, aunque por supuesto no es así, sino que es el pasado de la chica lo que motivará que la mafia china les persiga. Y por otro lado está el curioso detalle de que Álex es capaz de comunicarse con los gatos; a priori puede resultarnos fuera de lugar, pero Gemma ha sabido darle cierto toque de realismo logrando que encaje perfectamente con el resto de la trama.
Una novela original, que te entretiene con tantos giros que va dando, con un toque sobrenatural y misterioso, que nos habla de hechizos, donde es posible que los humanos y los gatos se comuniquen. Se genera una relación muy especial entre el protagonista y Coco un minino de los que dan ganas de adoptar. Este increíble ser de cuatro patas será una influencia muy positiva para Àlex, ayudándole a ser mejor persona y hacer lo correcto. Muertes, violencia, un amor a primera vista, humor, un final que nos sorprende…, la verdad es que en esta novela nos encontramos un poco de todo, dando como resultado una historia entretenida y diferente y si fuera el caso de que todo lo dicho anteriormente no os llegara a convencer, podéis darle una oportunidad a "La red de Caronte", obra que hasta ahora, más me ha gustado de esta escritora.