Título original: The cold light of day. Director: M. El Mechri. Guión: S. Wiper y J. Petro. Protagonistas: H. Cavill y S. Weaver. Fotografía: R. Adefarasin. Montaje: V. Bonelli. Música: L. Vidal. Productoras: Intrepid Pictures, Film Rites, Fria Luz del Día AIE, Galavis Film, Picture Machine y Summit Entertainment. EE.UU. 2012.
Con el lobby judío estadounidense hemos topado. Por eso en La fría luz del día (un título que por poético no casa con una película tan vulgar) los malos son agentes de la CIA corruptos y los buenos, y por tanto idiotas, son agentes del Mossad que tiene que encargarse de limpiar la casa de sus aliados estadounidenses porque estos no se enteran. Además debe ser un lobby conservador porque la película es asexual, no hay historia romántica, todo queda en familia, y el mensaje es que a un padre (heroico) hay que perdonarle todo. Siendo espurios, por tanto, los fines de esta película es lógico que sea bastante mala. Lo que no entiendo es porque ha pringado a nuestro país. La fría luz del día está rodada casi integramente en España, concretamente en las comunidades de Madrid y Valencia, y cuenta con una importante presencia española.
El guión es muy vulgar y, como suele pasar en las producciones baratas de usar y tirar, un disparate que va a más a medida que avanza la trama. El final de cuento, si bien ridículo, arregla un poco el desagisado porque nos recuerda que, aunque las imágenes son muy reales, en realidad la película es un cuento malo. Con un guión tan convencional como disparatado (los del Mossad tienden una trampa con información secreta ¡verdadera! y obligan a un inocente asesor fiscal a ejercer de agente secreto sin apoyo) el director poco puede hacer más que algo simple e impersonal. Sin embargo lo que hace El Mechri (cada vez en Hollywood trabajan menos directores estadounidenses) es sorprendente porque el tipo evita cualquier plano más allá del americano. No entiendo porque restringe tanto el espacio visual ya que su película es un thriller de acción y no un drama psicológico. Así, aunque la película se rueda en un lugar exótico tanto para estadounidenses como judíos no hay ninguna panóramica de Madrid por ejemplo, ciudad donde transcurre casi todo la historia (sobre todo cerca de Sol unos día antes del 15M). El Mechri apenas hace algo tras la cámara pero en cambio parece que se volcó con sus actores pues H. Cavill, que estaba plano en la fallida Inmortals, hace una actuación aceptable en un personaje en la estela de McClane porque aquí casi lo único que hace es encajar una y otra vez golpetazos bien fuertes. El resto del reparto está pasado de rosca o mal, símbolo evidente de que las dotes interpretativas de H. Cavill son parcas pero están, algo que no pasaba con los duros de los 80 (exceptuando a Stallone). Sin embargo he de decir que he tenido que verla doblada y que el doblaje es espantoso y anula la diferencia de idioma propia de un turista yanki en una España monolingüe, algo que probablemente en el original daba algo de juego. Pero bueno, todo apunta a que El Mechri quería darle intensidad a un guión vulgar y bobalicón más que con la dirección con unas actuaciones dramáticas.
La idea no funcionó de modo que La fría luz del día es tan profesional como mala. No tiene nada genuino y es desagradable ver lo bajo que han caído B. Willis y S. Weaver. La próxima vez los vamos a ver en un fanfilm. ¡Con lo que ellos han sido! Así que nada. En esta película no hay nada que ver.
Valoración: 2,5.