De qué va: Max se enfrenta a sus miedos cuando su dueña tiene un bebé y se obsesiona con mantenerlo a salvo. Mientras, Gidget trata de recuperar el juguete favorito de Max de un apartamento lleno de gatos y Snowball se embarca en una misión para liberar a un tigre blanco de un circo.
A mí me ha parecido: buena (4/5).
Por qué: Es bastante mejor que la película anterior, Mascotas,, no por la parte de Max, que resulta más típica y aburrida, sino por las subtramas de Gidget y de Snowball, ya que tienen más acción y gags más divertidos. No deja de ser muy infantil, pero a mí, como adulta, se me ha hecho agradable de ver y no resulta tan cargante como esperaba.
Superagente 86 de película
De qué va: Un despistado y atolondrado analista de la agencia de inteligencia gubernamental C.O.N.T.R.O.L se convierte, como era su deseo, en el Superagente 86 para luchar contra las fuerzas del mal encarnadas por la agencia rival K.A.O.S. Su compañera es la agente 99.
A mí me ha parecido: un poco mala (2/5).
Por qué: A mi madre le encantaba esa serie de pequeñas y me la pintó como si fuera una especie de Mortadelo y Filemón, así que pensé que sería más graciosa. Pero la verdad es que es absurda y los personajes tienen detalles muy tontos, pero no lo suficiente como para hacer gracia de verdad. Y en general me ha parecido un poco pesada, sin que aporte nada que otras películas de comedia del género policiaco/espías no hayan hecho mejor antes.
West Side Story
De qué va: en un barrio marginal, se disputan la hegemonía dos bandas callejeras: los puertorriqueños y los de ascendencia europea. María es la hermana del líder de los primeros y una noche, en un baile en el que coinciden los dos grupos, se enamora de un chico de la banda rival.
A mí me ha parecido: la vi por cabezonería (1/5).
Por qué: Romeo y Julieta moderno (pero mal envejecido desde entonces), solo que sin el guion de Shakespeare y con música y baile. Todo podía salir mal. Y todo salió mal, salvo los números de baile y alguna canción. Argumento flojo, personajes poco creíbles (muy pijos para ser bandas callejeras, ¿no?) y nada de ritmo.