Reseñas cine: Soul surfer (estreno 20 abril)

Publicado el 20 abril 2012 por Juancarbar

Título original: Soul surfer. Director: S. McNamara. Guión: S. McNamara, M. Berk, D. y D. Schwartz. Protagonistas: A. Robb. Fotografía: J. R. Leonetti. Montaje: J. Canavan. Música: M. Beltrami. Productoras: Brookwell-McNamara Entertainment, Enticing Entertainment, Island Film Group, Life´s Beach Entertainment y Mandalay Vision. EE.UU. 2011.

Una película no puede basarse en hechos reales porque para eso ya está algo tan doméstico como la tele. El Cine no debe someterse a la realidad. No puede ser que esta sea la que pone lo espectacular. Por ello no hay ninguna película que esté basada en hechos reales que sea decente (y eso que los falsean). Cuando además es una película donde un minusválido demuestra que no es tanta su minusvalía la cosa se pone peor porque el idealismo siempre es pernicioso. Encima cuando ves que en el guión han participado 12 personas y que 3 de sus 5 productoras tienen la palabra entretenimiento en su nombre está claro que Soul surfer no va a dejarme en mal lugar.

Esta película pertenece al género de la superación mediante el deporte. Un género que solo ha aportado basurilla a la humanidad porque nunca se aborda con valores cinematográficos. Sus artífices se ciegan tanto con la historia que no se dan cuenta de que si le dan un tratamiento vulgar y convencional da igual. Por ejemplo, en esta película el momento del accidente es tratado con mucha tensión sin reparar que es algo inútil pues ya sabemos que nadie la va a palmar y que, además, la víctima va rehacer su vida y va a ser feliz. Por tanto Soul surfer es una gran mediocridad porque es un collar de perlas en donde todas y cada una de estas son lugares comunes.

La historia tampoco es que tenga especial fuerza. El que la protagonice una familia estadounidense donde todos son rubios, “guapos”, religiosos, deportistas (luego competitivos) y orgullosos colonizadores hace que pierda mucha fuerza cuando sale del círculo de Blancos Anglosajones Protestantes. Por otro lado, toda la tragedia es la pérdida de un brazo. Mucho mayor es la de los ciudadanos de los países más pobres del planeta. Que alguien pierda un brazo en el Primer Mundo es una frivolidad comparada con perderlo en el Tercer Mundo y no digamos ya una pierna, que se lo digan a los críos camboyanos, iraquíes y afganos (los cuales nunca han visto el mar). Así que el intento de heroizar a una pobre cría por hacer lo que siempe quiso hacer después de 106 minutos resulta un tanto banal. Hay cosas peores que no poder volver a tocar el ukelele (la gran metáfora de la película). Que en el guión haya un médico que dice: las buenas noticias son que hay muy pocas cosas que no vas a poder hacer tenía que haber servido para que los productores parasen el proyecto puesto que es la prueba de que no hay drama. La mejor prueba de lo que digo es la escena en que la prota junto con otros compañeros de catequesis se van a ayudar a Indonesia (es que la chica en que se basa la película es muy religiosa y concienciada) pues la comparación entre la tragedia de los indonesios tras el tsunami con la suya es lo que la hace remontar la depresión. Por tanto, la película tendría que haber ido sobre ellos y no sobre la pobre chica, pero es que en el Primer Mundo (del que igual los españoles nos despedimos en esta década) cada vez está más ensimismado. La heroína es alguien que dedica 15 días de su vida a compartir miseria. Qué buenos que somos.

Lo más sangrante es que Soul surfer tenía una baza que otras películas parecidas no tienen para ser algo más que nada. La prota es muy religiosa, luego se podría haber simbolizado la Providencia con el surf y al dios de los cristianos con el inmenso e incognoscible Océano de tal modo que los videoclips podrían haber intentado acercarse a la mística mediante una dirección poética y abstracta. En ese caso la película podría haber ofrecido algo pero McNamara es un tipo muy simple y a duras penas llega a la metáfora deporte=vida como para pedirle más. Lo que define la película es la escena en que la catequista atiende a los indonesios completamente maquillada y el que en la realidad esta sea una morena, bajita y gorda mientras que en la película es una guapetona blanca y rubia.

Así pues Soul sufer no tiene interés porque es muy vulgar y ramplona. Lo evidencia el cartes más propio de una una de Terror que de un drama. Sólo destaca la antagonista (ojo al dato: de etnia hawaiana), S. Balmores, una joven y guapa actriz que lo hace razonablemente bien. Cuando ella sale el tedio se va por un rato.

Valoración: 3.