Si hay algo que nos gusta a la muchachada de este blog son las pelis de terror chungas, de esas con las que la gente normal y coherente saldría huyendo como si les estuvieran achuchando a un mandingazo de los de la cabaña del tío Tom. Así que imaginaos qué sorpresa más grande cuando un colega me mencionó la existencia de un film llamado The Cabin in the woods, que tras contarme un poco su argumento yo no pude menos que ponerme a respirar en una bolsa debido al sofocazo que me dio por la emoción del momento.
Pero lo que sin duda alguna más me llamó la atención fue el hecho de ver el nombre de Joss Whedon como guionista del film. Y es que a este tío le tenemos en un pedazo de altar no sólo por series como Buffy Cazavampiros, sino también por su gran labor como director del film que más nos ha hecho disfrutar en los últimos años: Los Vengadores. Así que con todos estos condicionantes era normal que un servidor acabara enfrascado en el visionado de esta cinta…
En palabras de sus creadores, The Cabin in the woods es una nueva vuelta de tuerca al cine de terror. Lo cierto es que cuando uno empieza a ver esta película parece el típico slasher en el que un grupo de jóvenes van a ser acosados hasta la saciedad. Sin embargo, y sin querer destripar demasiado sobre film, hay que comentar que esa originalidad a la que aluden sus creadores radica en la curiosa mezcolanza que se hace entre ese mencionado subgénero slasher y el tema de los realitys. Si a esto le unimos una parte final del metraje que rompe radicalmente con lo que en sus compases iniciales daba la sensación de un film previsible y poco original, hay que reconocer entonces cierto grado de veracidad a ese término de “vuelta de tuerca” al que aluden sus creadores.
El argumento nos cuenta la historia de un grupo de niños guapitos (con el sujetavelas de turno) que deciden ir a a pasar un bonito y agradable fin de semana a la cabaña del primo de uno de ellos a tomar por saco de la civilización. Por cierto, a colación de esto he de confesar que mientras veía esta parte del film no pude menos que preguntarme si alguien en su sano juicio, que fuera el poseedor de una acogedora y bonita cabaña, se la prestaría a un grupo de niñatos para que se la pringuen con sus juergas locas y sus folleteos varios (pero vamos, que a lo mejor es cosa mía, que soy un tikis-mikis). El caso es que su viaje de placer se convertirá en la peor de sus pesadillas cuando “despierten” algo terrorífico que allí habita…
Sin duda alguna, la lectura del párrafo anterior a muchos os traerá a la cabecita ese ya mítico film que todos los frikis tenemos en un altar: Evil Dead. Pero no sólo resultará evocador por el tremendo parecido del argumento de ambas (con un grupo de parejitas pasándolas canutas en una cabaña perdida de la mano de dios), sino también por el hecho de que en The Cabin in the woods habrá también de por medio un libro chungo en plan necronomicon cuya lectura de sus inscripciones en latín despertará algo malévolo. Lo que sí es cierto es que no será el único guiño a films clásicos de terror, pues hay que reconocer que esta cinta está plagada de referencias a películas del género, sobre todo en ese desquiciante tramo final del metraje.
Por cierto, para las niñas hay que comentar que entre el reparto hay nombres conocidos como el de Chris Hemsworth, aunque aquí saldrá sin su famoso martillo que tanto hace suspirar a las chavalas. Mención especial para el personaje de “acoplao fumeta” interpretado por Fran Kranz, del que merece la pena comentar su gran parecido de tío “arratonao” que guarda con el actor Fernando Tejero.
En definitiva, The Cabin in the woods es una bastante recomendable película que a pesar de su arranque poco original va poco a poco desarrrollándose por unos derroteros que derivan en un interesante giro argumental que rompe con esos previsibles compases iniciales, haciendo de ella un más que curioso film. Si buscas un largometraje repleto de zombies, de sacrificios rituales, con toques de reality e infinidad de variopintas monstruosidades, échatela un vistazo porque seguro que no te desagradará…