Dirigida por Paolo Genovese y protagonizada por Raoul Bova (Perdona si te llamo amor, Aliens vs. Predator), Luisa Ranieri (Cartas a Julieta), Barbora Bobulova, Ambra Angliolini, Luca Bizarri, Paolo Kessisoglu y Ricky Memphis llega a nuestros cines la comedia coral italiana Inmaduros. Precedida por gran éxito de crítica y público en su país de origen, el film narra la historia de siete amigos en la cuarentena que deben reunirse tras una década para realizar de nuevo su examen de graduación. El evento, no sólo desembocará en un cómico regreso a la adolescencia, sino también en un reencuentro con el amor, la frustración y los anhelos presentes. Juntos unirán fuerzas y revivirán situaciones que creían olvidadas.
El film, cargado de ternura y comicidad, destapa el sentir de una generación acomodada que se fatiga principalmente por el devenir sentimental. La infidelidad, el deseo y el amor copan la trama y enredan a unos personajes cargados de vitalidad y predisposición a ser felices.
Con un guión sencillo y una banda sonora pegadiza, la película transcurre entretenida, lanzando al aire preguntas que el espectador podrá responder a medida que se vayan resolviendo los entuertos vitales que atormetan al elenco. Sin demasiado realismo en algunos puntos, y con excesivo candor en otros, las situaciones que presenta se sitúan a medio camino entre lo divertido y lo anodino, según el rango de edad de quién la vea. Los más jóvenes no la disfrutarán por tenerlo todo demasiado reciente, y los maduros precisamente por lo contrario, pero si la crisis de los 40 planea por la cabeza del espectador, la película será un jarro de agua fría que sacudirá sus ideas y en parte puede que hasta remueva sus recuerdos.
El eslogan de la película reza “han llegado a los 40, pero están como si tuviesen20”, y los que estamos aun en la veintena debemos hacer un esfuerzo para no soltar una carcajada a la par que nos preguntamos si a los 40 es tan dura la ausencia de amor en comparación con la ausencia de expectativas que sufrimos nosotros. Suena a chiste, y de ahí que sea una comedia. Decido no profundizar en el mensaje pseudo pueril que transmite la panda de “inmaduros” con pisazo en el centro…No obstante, podría ser mucho peor.
Teniendo como referencia personal a Rossellini y Fellini, y al más reciente y alejado pero no por ello despreciable Benigni, me da por pensar si el apellido precede al talento italiano… ¿Será sólo una casualidad fortuita? De no ser así, Genovese lo lleva claro…quizá si se llamase Fetuccini la película no sería lo que es, pero nunca lo sabremos…bromas a parte, en los últimos años el cine italiano no ha sido un gran reclamo para acudir a las salas, teniendo en cuenta especialmente la subida de precios en las entradas y los aderezos correspondientes, y la masiva afluencia de productos yanquis que tanta aceptación tienen por parte del público potencial, pero salvaré la que nos ocupa de la quema por el hecho de: primero, cumplir con los mínimos exigidos a un producto de entretenimiento veraniego (ojo); y segundo, dotar de cierta originalidad al panorama de la comedia romántica, habitualmente centrado en el enredo de parejas y en ésta llevado a un terreno diferente. Bien es cierto que también podría entretener a la hora de la siesta, que tiene un par de secuencias de absoluta idiotez y que se nutre de tópicos americanos (o al menos que yo no presupongo europeos) pero con todo y con eso le doy un aprobado y le auguro éxito fugaz.
Yolanda Díaz Esteban