Me ocurrió con Historias Cotidianas, El Arte de Volar o Arrugas. Obras tan distintas con el denominador común de la vida real, la que tocamos. Tanto nos fijamos en lo extraordinario de acontecimientos imposibles, que olvidamos lo extraordinario de lo cotidiano. Las obras descritas junto a la que da título a la reseña, nos recuerdan que a nuestro alrededor ocurren sucesos que, aunque dentro del orden de lo que llamamos “normalidad” están lejos de lo ordinario. Y Nacho Casanovas, nos lo muestra desde historias cortas, divertidas. Anécdotas que cuentas alrededor de un café acompañado de amigos.
Será porque servidor, saturado de superhéroes, busca de cuando en cuando salirse del guión del friki pijamero, pero lo cierto es ¡que buen rato se pasa con Autobiografía no Autorizada!. Incluso en el triste final, uno entiende que estamos ante la vida misma, incomprensible en casi todas las ocasiones, predecible en otras, pero que sin duda, hay que disfrutarla.
Siento que el autor se encuentra tan cómodo que olvida que nos hará partícipe de su vida. Sobre todo, cuando trata la muerte de su padre, nos hace sentir su dolor, a la vez que orgullo de su progenitor. Su despedida en forma de viñeta vale todo el tomo.
Diábolo acierta en haber dado continuidad a una trilogía, que vió la luz en Bang Editorial en su primer volumen, siendo ya el segundo y tercero obra de Diábolo
Una excelente compra para las tardes de invierno que se acercan.
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