Martes, 9 de noviembre de 2010
¡Escuchad los tambores de Wakanda!, ¡Gritos tribales ungidos en tecnología retumban en la selva!. Regresa Pantera Negra, protectora del reino del vibranium. ¿Protectora?; ¿No era protector?. Antes de seguir, os recomendamos seguir el sendero que se inició aquí.
Si has conseguido sobrevivir a la ira del Dr. Muerte y del Dios Pantera, eres digno de continuar con nosotros…
Con Poder, cerramos una etapa de T’Challa como Pantera Negra. Todos sabemos cual será su siguiente cometido, algo normal sabiendo que su hermana Shuri es la mano del Dios Pantera en la tierra. De hecho, en los números que recogen el tomo, la presencia del Rey de Wakanda es casi testimonial si lo comparamos con otras épocas del título. Shuri demuestra que tiene “bemoles” para lidiar lo que le echen.
Jonathan Maberry sustituye a Hudlin, un guionista que se había acomodado bastante bien al clima de Wakanda. Acompañado de Will Conrad, Maberry se muestra continuista, menos “black power” que Hudlin, con menos fuerza, pero igual de efectivo. No hay que olvidar que lo estamos viendo es la partida de ajedrez entre el Dr. Muerte y el reino de Wakanda, así que el resto no es mas que fuegos de artificio.
El argumento está diferenciado en dos partes muy diferentes, pero a la vez complementarias; Mientras en Wakanda T’Challa intenta recuperar su poder y Tormenta controlar el caos que se apodera del país, Shuri se traslada a los USA en busca del culpable del ataque a su hermano. Atizando las brasas del golpe de estado, un ambicioso personaje que busca el poder del país africano. Maberry le dota de tensión política al cómic, algo que no vemos normalmente. Su intento de crear esa atmósfera de que “algo va a suceder y no se puede impedir” es correcta, aunque le cuesta sorprender. Los combates son un poco aburridos, interdulios para buscar lo que verdaderamente importa: Cómo saldrá de esta el país africano.
Con respecto al apartado gráfico, Conrad, no es mal dibujante. Me recuerda a Deodato Jr., aunque menos espectacular. Un poco aburrido en los rostros, que no logran transmitir emociones. En las escenas de combate, le falta algo de ritmo.
Estamos por tanto, ante un producto menor dentro del Universo Marvel. Es entretenido, por lo novedoso del personaje y la situación, pero el tomo es un perfecto cierre para preparar todo para el siguiente nivel. Muchos personajes invitados, algún malentendido para darle “chicha” al asunto e intriga.