Precisamente el título que hace el 104 de la colección, North 40, nos recuerda lo bien elegido que está el nombre de Made in Hell. Historias sobrenaturales y terror que se han convertido en señal de Norma.
La historia nos lleva hasta el condado de Conover, donde dos adolescentes (¡bendita juventud!), deciden abrir un libro de esos que no se deben abrir. A partir de ahí, todo pasa a estar impregnado del halo de lo sobrentatural y mágico. Nuestros protagonistas, los buenos claro, Wyatt y Amanda con la ayuda del sheriff Morgan, deberán arreglar el entuerto, salvando a los habituales villanos, monstruos y seres deformes, y algunos habitantes del pueblo que deciden que es hora de ajustar cuentas con la justicia.
De guión muy lineal, North 40 se salva por poco de la quema. Como dice el autor al final, “lo ocurrido no es ni tan siquiera he contado la mitad”, lo que hace que en seis números apenas apreciemos nada de lo que ocurre, a excepción de la poca historia que se cuenta de lo que ocurre. Será porque tan solo tenía seis números, a la espera de buenas ventas, pero no consigue resolver todo lo que se intuye de la historia, que a priori es muy interesante, lo que le resta valor a la obra. Debe ser que hemos leído tantas historias alrededor de Lovecraft, que nos volvemos exigentes.
El dibujo, es harina de otro costal. Fiona Staples toma ese toque de Niles, pero con un trazo mucho mas limpio y mejor acabado. Aquí tenemos un punto fuerte de North 40, de tal modo que se hace mas interesante por el dibujo que por la propia historia.
VALORACIÓN:5,5
Un buen entretenimiento, pero por su precio, 15€, se nos hace difícil recomendarlo.