El argumento es sencillo; Un niño con comportamiento autista, incapaz de comunicarse de forma verbal (en voz en off se presenta diciendo:”Llevo vivo 11 años, 4 meses, 21 días y 14 horas, y en todo ese tiempo jamás he dicho ni una palabra”), consigue ver un patrón numérico que relaciona a las personas del planeta (también al inicio se cuenta cierta leyenda china en la que se dice que ciertas personas están unidas por un hilo rojo y que éste nunca se rompe). Por supuesto el padre no consigue conectar con su hijo de ninguna forma, con el sentimiento de frustración consiguiente. Todo se complica cuando conocemos la triste realidad de Martin Bohm (Sutherland), ex-periodista que perdió a su mujer en los atentados del 11-S. ¿Cuántos años tiene Jake, su hijo?; La respuesta es sencilla; Once años. Ya vemos relaciones de números y fechas desde el comienzo.
Fibonacci, número aúreo y 318
Resulta curioso como nos atrae ese supuesto orden matemático que rige la naturaleza y que otorga algo de magia a los números. Personajes como Fibonacci son mas conocidos ahora que nunca gracias a su aparición en novelas como “El Código Da Vinci” o en series como ésta. Casi como un elefante en una cacharrería, Touch mezcla razones aúreas, fractales, series de números y todo lo que tiene a mano para que Jake, nuestro joven protagonista, desvele el misterio que une a distintas personas en el planeta: Los números. Aunque muy atractivo, parece demasiado “cogido por los pelos”, de forma que entre la ingente cantidad de cifras que vemos en el primer capítulo, no se atreven a explicar de forma exacta ese patrón del que hablaban en los avances televisivos.
¿Un “Autopista hacia el cielo” con otro nombre?
Mas allá del baile de números, el melodrama del padre viudo y fracasado incapaz de conectar con su hijo y el, todo se andará, el romance que seguramente se establecerá entre Martin y la mujer de los servicios sociales, todo parece indicar que cada capítulo nos llevará a conocer a personas muy distintas y de varios lugares del planeta que necesitan de la intervención de Martin y su hijo para que todo se solucione. Me recuerda de alguna forma a “Autopista hacia el cielo”, donde Michael Landon viajaba de pueblo en pueblo ayudando a personas un tanto perdidas. Pero habrá que ver como avanza la serie para saber si tan solo se dedican a presentar situaciones distintas en cada capítulo o hay una línea argumental mayor.
Valoración
Con muchas dudas de lo que puede ofrecer, no hay que negarle el atractivo e interés que despierta la serie y sus protagonistas. Viendo que The River o Terranova han sido un sonoro fracaso para nosotros, Touch se salva de la quema.
Nota:6,5