Termina otra etapa para los Thunderbolts y ya van unas cuantas. Es algo a lo que nos hemos ido acostumbrando, al igual que el cambio de guionistas y dibujantes. Ahora, con el final de Reinado Oscuro, tenemos al grupo en el evento que acabó con Norman Osborn. Jeff Parker y Miguel Sepúlveda, firman el enésimo punto y aparte de los Thunderbolts.
Que los Agentes de Atlas aparezcan por aquí, no es de extrañar. El guionista Jeff Parker, mima al grupo y no desperdicia la ocasión de utilizarlo. Justamente es esta primera parte, la mas floja del tomo. Un enfrentamiento que, aunque bien llevado, no cuaja, dejando la sensación de que se ha desperdiciado el encuentro que, además, parece un tanto forzado. Al menos nos sirve para definir algo mas a los miembros del grupo de Osborn, donde el Hombre Hormiga empieza a dar muestras de esa “cobardía” que vimos en su Incorregible Hombre Hormiga. Por otro lado, se empieza a ver quienes son villanos de pura cepa y quienes mantienen un código de honor que no les permite ir mas allá de unos límites. Paladín o Eric O´Grady, está claro que se van a ir alejando del lado “malvado” de los Thunderbolts. El Fantasma (al que hemos visto en Invencible Iron Man), tiene un juego de lealtades un tanto extraño, mientras que Azote y Mr. X, están en el lado oscuro. Pérdidas Aceptables, que así se llama este primer arco argumental, no cumple el mínimo que espero de la serie. Por cierto, se incluye en la alineación de los Thunderbolts a Grizzly (Oso Pardo), un villano de Spiderman que parece mas amenazante e importante que con el arácnido. En fin, cruce entre grupos y poco mas.
Termina la historia no como un final, sino como el principio de algo nuevo: Luke Cage, quien se encargará del grupo a partir de ahora, en su nueva reencarnación.
Definitivamente, un tomo entretenido sin mas. Afortunadamente, no hace falta para los que únicamente sigan Asedio, lo que se agradece, y queda para los que sigan al grupo y quieran saber como termina el Reinado Oscuro de Osborn.