Residencia Barcelona, el primer centro para mayores que adapta el modelo nórdico a la cultura mediterránea

Publicado el 30 diciembre 2021 por Comunicae @comunicae

Integrada en uno de los barrios más céntricos de Sant Adrià de Besòs y cerca de la plaza del Ayuntamiento, Residencia Barcelona Unidades de Convivencia es la primera residencia diseñada, construida y gestionada a partir del modelo nórdico de unidades de convivencia, pero que además adapta aspectos propios de la cultura mediterránea como la mayor utilización de los espacios comunes y de las zonas exteriores.

Este modelo de atención centrado en las personas viene desarrollándose en el norte de Europa desde hace décadas y apuesta por establecer dentro del mismo edificio unidades de convivencia de un máximo de 20 usuarios. Estas unidades son pisos autónomos con habitaciones más grandes y cuentan con todos los espacios comunes propios de un piso; baño, comedor, cocina, sala de estar y terraza. Al mismo tiempo, el edificio cuenta con espacios y servicios comunes a toda la residencia.
Vivir en grupos pequeños de convivencia facilita la socialización, la sensación de pertenencia a un grupo y el empoderamiento de las persona. Del mismo modo, vivir en espacios reducidos, aporta tranquilidad a sus residentes y disminuye los estímulos negativos como ruido o desorden que pueden comportar estrés, ansiedad o depresión, especialmente a las personas con deterioro cognitivo. Así, la unidad de convivencia es el espacio perfecto para desarrollar con éxito la atención centrada en la persona, un modelo que permite a cada residente poder continuar con su historia de vida.

Residencia Barcelona Unidades de Convivencia es una iniciativa de la empresa Residencia Barcelona S.L. El diseño y ejecución de proyecto ha corrido a cargo de por B\TA Arquitectura, un despacho especializado en diseñar y reformar entornos para las personas mayores aplicando el modelo de atención centrada en las personas.

6.000 m2, 99 plazas y 6 pisos independientes de 450 m2
La instalación de Sant Adrià de Besòs tiene un total de 6.000 m2, distribuidos en dos sótanos y tres plantas, dos terrazas y un terrado accesible. Este centro privado cuenta con 6 unidades de convivencia, dos en cada planta. Se trata de 6 pisos independientes de 450 m2 aproximadamente, (para entre 8 y 19 personas) con una capacidad total para 99 residentes, que pueden alojarse en habitaciones individuales o dobles, todas ellas exteriores y con baño.

Uno de sus activos más importantes son sus espacios exteriores, con una enorme terraza en la planta primera y la creación de una nueva terraza en la planta segunda. La mitad del terrado también se ha hecho accesible, ya que los espacios exteriores seguros y bien soleados son fundamentales para la vida de las personas mayores, tanto por la vitamina D como por las numerosas actividades en el exterior que se pueden realizar al contar en un país como España, con un clima muy benigno.

Encaje con la filosofía de Residència Barcelona S.L.
Las hermanas Inés y Felicidad Manero, propietarias de Residencia Barcelona S.L. apostaron por la adaptación del modelo nórdico de unidades de convivencia porque encajaba perfectamente con la filosofía de su modelo residencial que desarrollan desde 1993 y que siempre ha apostado por la proximidad, centrado en las personas, flexible y lo más parecido posible a vivir en casa. Por ejemplo,sus residentes pueden traer sus propios muebles y pueden personalizar sus habitaciones. Además, las mascotas son bienvenidas y las visitas de las familias pueden realizarse a cualquier hora.
A partir de ahí se inició la búsqueda de un inmueble, algo que no fue sencillo porque les gustan las residencias integradas en un barrio, rodeadas de vida, bares, comercios y con aceras anchas. Después de dos años, dimos en el centro de Sant Adrià con una estructura destinada a un centro comercial que no llegó a construirse y les pareció perfecta.
La adaptación a la cultura mediterránea de un modelo residencial nórdico
El siguiente paso fue contactar con el arquitecto Marc Trepat Carbonell, socio director de B\TA Arquitectura, un despacho especializado en el diseño y la reforma de residencias para mayores que aplica un modelo de atención centrada en las personas. Para Marc Trepat, “nuestra experiencia de más de 30 años en el sector de la arquitectura y las diferentes visitas a residencias por todo el mundo, ha demostrado que las personas necesitan vivir en espacios de dimensiones razonables para sentirse bien y las unidades de convivencia aportan esa tranquilidad y familiaridad de espacios que genera bienestar emocional que es un indicador de calidad de vida. En Residència Barcelona Unitats de Convivència adaptamos este modelo a la forma de vida mediterránea donde, a diferencia de culturas del norte, se produce una mayor socialización y un mayor uso de los espacios comunes y exteriores”
En cuanto al proyecto concreto, “trabajar a partir de una estructura existente ha sido complicado", si bien han conseguido una distribución por unidades de convivencia muy optimizadas”. El arquitecto señala que “el reto más complejo del proyecto, a parte de su funcionalidad, ha sido dar calidez e imagen de hogar interior y exterior, ya que la estructura tenía las medidas de un centro comercial y se ha trabajado y diseñado minuciosamente para que el espacio se asemeje a una casa”.

Para Trepat “encajar las unidades en una estructura existente y generar los sistemas de comunicación vertical correctos y la creación de zonas de sombra con una terraza nueva para las salas de convivencia en planta segunda y terrazas individuales en las habitaciones de Plaça del Tèxtil también han sido un reto complejo a nivel estructural.
Una instalación segura ante el ataque de virus
La seguridad de los residentes ante la posible entrada de virus es una característica que ya contemplaba el proyecto original que se inició en septiembre de 2018, mucho antes de la crisis generada por la Covid-19. Ahora más que nunca, las residencias necesitan protegerse de la entrada de los virus. Para ello, tal como señala Marc Trepat, “marcamos 3 grados de protección; que el virus no entre en la residencia, que si entra no se extienda, que si se extiende se pueda proteger al máximo a las personas”.
Para ello, Residència Barcelona Unitats de Convivència está dotada de distintos elementos de protección. Cuenta con una entrada de personal independiente directa a los vestuarios para poderse desinfectar y colocar las EPIS antes de la jornada de trabajo. Junto a ello cuenta con una entrada de proveedores independiente. Y, en tercer lugar, una entrada con vestíbulo para poder hacer pruebas previas a la entrada (toma de temperatura, pruebas de antígeno etc.). Destaca, además, según Marc Trepat que “el modelo de unidades de convivencia permite aislar a las personas que puedan estar infectadas de una forma mucho más eficiente, al ser células independientes de convivencia.”
Un ejemplo a seguir por el sector
La gestión del modelo de unidades de convivencia también requiere una especialización de los profesionales tal como explican Inés y Felicidad Manero, propietarias de Residència Barcelona S.L. “la atención centrada en las personas pone al usuario en el centro y, por tanto, exige una mayor formación y dedicación de todos los profesionales. Más aun en una empresa familiar que ha hecho de la proximidad un elemento distintivo desde su fundación”. Por este motivo, Residència Barcelona Unitats de Convivència cuenta con gerocultoras, personal de limpieza, cocina, y mantenimiento. Su equipo técnico está formado por la dirección, un psicólogo, una terapeuta ocupacional, una trabajadora social, un fisioterapeuta, un animador sociocultural y una peluquera. También cuenta con un médico, una enfermera, una nutricionista, una peluquera y un podólogo.
En este aspecto, hasta el mobiliario de la nueva residencia cuenta con un diseño más propio de una vivienda particular que de un centro residencial clásico. Si el entorno tiene que ser lo más parecido posible a un hogar, no a una institución, no pueden tener mobiliario propio de un geriátrico, sino muebles cálidos y acogedores que los residentes adapten a su gusto y que podrán ir personalizando”, detallan las propietarias del centro.

En cuanto al peso que puede tener la nueva residencia en el sector, para Inés y Felicidad Manero, “con la nueva Residencia Barcelona Unidades de Convivencia queremos ser referentes de un nuevo modelo en la atención a las personas dependientes. El gran trabajo que ha realizado Marc Trepat y su equipo de B\TA está haciendo que el sector quiera conocer el proyecto.
Sobre Residència Barcelona S.L.
Fundada en 1993, Residencia Barcelona S.L. es una empresa familiar que se dedica a la atención de calidad a personas dependientes. Cuando las residencias eran “asilos” esta empresa que dirigen las hermanas Inés y Felicidad Manero creó un modelo de residencia diferente, abierta, donde cupieran y se atendieran tanto a los residentes como a sus familiares, amigos e incluso sus mascotas.

Además de Residència Barcelona Unitats de Convivència (Sant Adrià de Besòs, 6.000m2 y 99 plazas) la empresa cuenta con otro centro en el barrio de Horta de Barcelona (4.000 m2 y 130 plazas) que cuenta con terrazas y amplias zonas ajardinadas.

Sobre B\TA Arquitectura
Fundado por Antoni Batllori i Marc Trepat, B\TA defiende una arquitectura honesta que crea entornos para mejorar la vida de las personas y, especialmente, de las personas mayores. Este despacho de arquitectos formado por 12 profesionales proyecta residencias aplicando el modelo de Atención Centrada en las Personas (ACP), desarrollado a partir de la investigación en los países que son punta de lanza en esta atención y que les ha permitido proponer soluciones innovadoras en la distribución de residencias, actividad que combina con la rehabilitación y la construcción de viviendas.

Además de los promotores, sus clientes son los operadores residenciales, quienes gestionarán la residencia, que puede ser el propietario de ella o simplemente el gestor, perteneciendo la instalación a un inversor. Durante 2020 B\TA cerró proyectos en Palma de Mallorca, Lérida, Tarragona, Barcelona, Badalona, Sant Adrià de Besòs, Sant Vicenç dels Horts, Esplugues de Llobregat, Calafell y Manresa con un total de 1.588 camas, siempre a partir de su metodología propia de unidades de convivencia.