Género: Acción/ Horror.
País: Estados Unidos - Alemania
Duración: 96 minutos.
Dirección: Paul W.S. Anderson.
Intérpretes: Milla Jovovich, Michelle Rodriguez, Sienna Guillory, Kevin Durand, Shawn Roberts, Colin Salmon, Johann Urb, Boris Kodjoe, Bingbing Li.
"El mortífero virus T de la Corporación Umbrella continua destruyendo la Tierra, transformando a la población global en legiones de muertos vivientes voraces. La última y única esperanza de la raza humana, Alice, despierta en el corazón del centro de operaciones más clandestino de Umbrella y descubre más acerca de su misterioso pasado a medida que se adentra cada vez más en el complejo. Sin un refugio seguro, Alice continúa en su caza a los responsables de esta epidemia, una caza que la lleva desde Tokyo a Nueva York, Washington, D.C. y a Moscú, culminando en una impresionante revelación que la forzará a repensar todo lo que creyó que alguna vez fue verdad. Ayudada por un grupo de aliados nuevos y amigos ya conocidos, Alice deberá luchar para sobrevivir lo suficiente para escapar a un mundo hostil al borde del olvido. La cuenta atrás ha comenzado."
Mientras tanto, una instalación subacuática más se impone como encierro entre la heroína y su libertad; ayudada de varios viejos conocidos y nuevas caras en la saga, Alice enfrenta en esta entrega una multitud de criaturas y escenas más explosivas que en la anterior entrega, creando un ambiente de disfrute constante (si tenemos en cuenta que nuestro cerebro se apagó antes de entrar a la sala)
La trama tiene más agujeros que un colador; claramente escribir no es el fuerte de Paul W.S. Anderson, pero lo que no tiene de escriba lo compensa dirigiendo magníficas escenas llenas de balaceras, volteretas imposibles en el aire, sangre y criaturas conocidas de la saga. Obviamente, abusa incesantemente de la cámara lenta y ese mapeado en 3D tan útil que le sirve para economizar a gran escala, pero en definitiva no es nada nuevo para los abonados a la serie; el 3D brilla nuevamente con una profundidad intensa y una miríada de objetos lanzados a la pantalla que son una constante sorpresa. Claramente, Anderson sabe como entretener a sus seguidores.
Poco y nada sirve tampoco traer a íconos de los videojuegos a la pantalla grande, ya que ni la escurridiza y traicionera Ada Wong de Li Bingbing ni el aparente duro de roer Barry Burton de Kevin Durand funcionan como puntos verídicos de nostalgia. Otro personaje al que le arruinaron las chances de brillar fue al Leon S. Kennedy de Johann Urb: estéticamente luce perfecto e idéntico, pero poco y nada tiene de peso en la trama, además de ser una mera sombra de su contrapartida videojueguil. Atentos, no es que esté comparando un producto con otro, pero al menos un poco más de conexión entre los personajes y sis congéneres habría que haberles impuesto.
Mi especial aplauso también va para los caballeros de tomandandy, que se superaron una vez más al crear una banda de sonido atmosférica, que llena de adrenalina a la película y le da el toque justo de suspenso, acción y empuje. Estos chicos son grossos, y tienen futuro.