Resiliencia: miras hacia delante o te quedas en el camino.

Por Diego Diego Segura Ramírez @dsr_psicologia

El camino hacia la resiliencia está lleno de obstáculos.

En la vida nos encontramos con situaciones o experiencias traumáticas, puedes hundirte anímicamente o superar la adversidad y salir reforzado.



Definición
Es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, tragedia, amenaza, problemas familiares, de salud o situaciones estresantes. Resistir ante una experiencia difícil de asumir en nuestras vidas. Así se caracterizan las personas resilientes.
Las personas resilientes también experimentan dificultades o angustias como cualquier ser humano, lo que les caracteriza es el afrontamiento de estas situaciones. Son capaces de sobreponerse e incluso salen reforzados de la adversidad.
Esta característica no es innata, se puede aprender a ser resiliente. La resiliencia incluye conductas, pensamientos, acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
Factores que influyen

El desarrollo de la inteligencia emocional: factor clave.

Autoestima alta: se sabe que los niños que tienen una autoestima alta van a desarrollar de adultos una buena capacidad de resiliencia. 
Educación: podemos educar las emociones, tanto identificarlas como gestionarlas. Lo que llamamos inteligencia emocional. Es importantísimo educar a los “peques” de forma constructiva y positiva ante las adversidades.
Relaciones familiares: tener lazos familiares fuertes y amistades para apoyarnos en los momentos difíciles es un factor que favorece el desarrollo de la resiliencia.
¿como supero la adversidad?
Ya sabes que significa este concepto y que factores lo favorecen. Ahora te haré algunas recomendaciones para ayudarte a desarrollar esta capacidad.
  • Acepta que el cambio forma parte de tu vida. “En la vida lo que a veces parece un final, es realmente un nuevo comienzo”.
  • Sal de tu zona de confort. No seas cómodo, márcate metas a corto y largo plazo y lánzate a por ellas.
  • Ser optimista. Nunca pierdas la esperanza.
  • Establece relaciones. Amplia tus amistades, cambia de rutinas. Esta comprobado que las personas con varios círculos de amistades tienen mayores posibilidades de desarrollar resiliencia.
  • Cuida de ti mismo. Valórate a ti mismo. Si tu no lo haces nadie lo hará por ti.
  • Flexibilidad cognitiva. No te cierres al cambio, valora diferentes alternativas. Adapta tus planes o metas si es necesario para conseguirlas.

Y por último recuerda que la actitud con la que te enfrentas a la vida la eliges tú, puedes ser positivo/a ante las circunstancias o dejarte vencer por las adversidades.
 Tú decides.