Y me pregunto yo…
¿Cómo puedo resolver un problema si mi estado mental, mi energía, está en el mismo nivel que ha creado el problema? Así es imposible…
Por eso, muchas veces no encontramos solución a nuestros problemas. Nos bloqueamos a la primera de cambio, haciéndonos prisioneros de nuestras propias angustias. Esto, durante un largo periodo de tiempo genera desesperación.
Salir de nuestra rutina es posible. Solo así lograremos pensar de un modo diferente y conectar con nosotras mismas para que, desde la nueva perspectiva, podamos tomar decisiones y resolver problemas.
La meditación nos permite todo esto y más: hacernos conscientes de nosotras mismas, de lo que sentimos, de lo que deseamos, ser conscientes de nuestra esencia, de nuestra naturalidad.
Tenemos que luchar por ser dueñas de nuestra vida, de nuestros pensamientos y nuestras decisiones.
En definitiva, luchar por ser lo que somos: mujeres. Simple, no?