Los cuerpos poseen una frecuencia de oscilación intrínseca a la que denominamos "frecuencia natural"; ésta depende de la forma del cuerpo y de su composición; si cesa la fuerza de excitación que ha iniciado el movimiento el cuerpo sigue oscilando a esta frecuencia. A continuación vemos que su análisis nos resulta útil.
Víctor tiene 7 años y le enloquece montarse en los columpios. Ismael, su padre, aprovecha esta afición para acostumbrarle al conocimiento empírico y a trabajar en equipo. Cuando Ismael lleva un rato columpiando a Víctor le suele lanzar este reto:
-Papá está cansado, así que ahora te toca columpiarme tú a mi.
Ante tal responsabilidad, Víctor se solidariza y columpia a Ismael lo mejor que sabe, hasta que un día exclama:
-!!Mira mira, papá!!, ya sé columpiarte; ahora puedo hacerlo más rato, y puedes descansar más.-¿Verdad que ahora ya no te cuesta tanto, hijo?; somos unos campeones Víctor.-Unos crack papá, eso dice Carlos.
¿Qué ha ocurrido aqui, pops?. Inicialmente, Víctor se dedica a columpiar a Ismael de forma aleatoria y estocástica (no periódica), pero el sentido de solidaridad hacia su padre despierta su atención y, de manera inconsciente, se fija en cómo lo hace papá. Víctor empieza empujando a Ismael con todas sus fuerzas y, lógicamente, el éxito es poco; pero cuando papá está en la parte más alta del pequeño recorrido, Víctor empuja de nuevo; esta vez la oscilación es algo más grande, y Víctor repite esta operación una y otra vez hasta que consigue lo que todos conocemos como "columpiar a alguien".!! Eureka: si papá vuelve a mi una vez cada diez segundos, y yo empujo a papá cada diez segundos, esto chuta; además, es como si yo no hiciera fuerza alguna !!.(es complicado dibujar las expresiones faciales de Ismael y de Víctor el día del gran descubrimiento.....de ambos).
Este fenómeno que acabamos de explicar se conoce como "resonancia". Cuando a un cuerpo le aplicamos una excitación de frecuencia igual a su frecuencia natural, la amplitud de la oscilación alcanza un máximo. Si no existieran fuerzas amortiguadoras, al retirar la excitación el cuerpo seguiría oscilando a su frecuencia natural indefinidamente, con un gasto de energía despreciable.
En nuestras interacciones con las demás personas es importante conseguir que nos escuchen; para conseguirlo, entre otras cosas, es necesario llamar su atención, despertar su interés y, posteriormente, repetir el mensaje clave. Una pequeña perturbación puede pasar desapercibida, pero si la aplicamos en el momento justo y de forma repetitiva, puede dar lugar a una gran vibración (además, con muy poco gasto de energía por nuestra parte).
Pops, !Víctor ya es todo un campeón!....observa, prueba, analiza y aprende....
RESONANCIA DEL VIENTO EN UN COLUMPIO
El comportamiento humano y las leyes de la fisica