Respeto

Por Antoniobarba

Desesperanza

«Doctora, mi padre y mi madre me enseñaron a respetar a los semejantes, hicieran lo que hicieran y se encontraran donde se encontraran en la escala social; fuesen quienes fuesen, barrenderos o ministros. Y así procuro hacerlo en mi vida, recordando que todos somos iguales, vistamos trajes o sudaderas, llevemos pañuelos o corbatas. Respetar a tus semejantes como seres iguales ante la vida que somos, que afrontamos semejantes miedos y frustraciones semejantes. Estos días en que dimitió Esperanza Aguirre, la todopoderosa ya expresidenta de Madrid, me acordé mucho de este asunto del respeto, porque es verdad que su marcha fue saludada con respeto. Y yo me preguntaba si este personaje público se merecía respeto en semejante trance, para concluir que sí. Ahora bien, doctora, para recordar también que no fue ella, que gobernó para los pudientes y los de rentas altas de la Comunidad de Madrid, un ejemplo precisamente de respeto hacia los demás. Porque no son muestras de respeto precisamente las políticas neoliberales que ella ha practicado, las del sálvese quien pueda y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga. Las de su, seguro, admirado Romney del 47%. A mí más que darme esperanza, me dio desesperanza. Hasta siempre.»