Respirar por la herida, de Víctor del Árbol

Publicado el 02 octubre 2015 por Rustisymustis @rustismustis
Respirar por la herida
Autor: Víctor del ÁrbolEditorial: DebolsilloISBN: 9788490329245Páginas: 521

SinopsisPara Eduardo la vida no tiene sentido desde que perdió a su esposa y a su hija en un trágico accidente de coche. A partir de entonces, pasa los días inmerso en un estado depresivo, incapaz de cerrar la profunda herida que le atormenta. Abandonó la pintura y pasó de ser un artista respetado a convertirse en víctima del alcohol y la autocompasión. Pero su vida da un nuevo giro cuando recibe un encargo insólito. Gloria Tagger, una famosa violinista, le pide que pinte el retrato de Arthur Fernández, un rico empresario responsable de la muerte de su hijo y de otra niña. Él, tanto como Gloria, necesita comprender qué se esconde tras su rostro; averiguar qué siente, qué piensa y si se arrepiente. A cada pincelada, y a medida que cobra forma la obra, más supura la herida de Eduardo. Ha iniciado un viaje del que tal vez no podrá regresar... (sinopsis de la editorial)



Reseña de Rustis
Respirar por la herida fue la tercera novela publicada por el autor barcelonés Víctor del Árbol, que se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los referentes de la novela negra. Es, sin embargo, mi primera aproximación a su escritura, de ahí la ausencia en este caso de valoraciones o comparaciones que, quizá, algunos lectores suyos busquen.
Si partimos de la sinopsis detallada por la editorial (también en el caso de la primera edición de 2013, en el sello Alrevés) pensamos en una historia protagonizada por Eduardo, víctima del trauma provocado por la muerte de su familia en un accidente de tráfico; sin embargo, podemos afirmar una vez leída la obra que esto es solamente el inicio o presentación oficial de una trama carente de personajes dominantes. Sí existe un hilo principal sobre el que se colocan los diferentes capítulos, en forma de intrigas paralelas o superpuestas, pero pronto resulta evidente que un gran número de personajes aparecen con el mismo rango y el mismo detalle en el tratamiento que el autor les dedica. El relato de sus actuaciones presentes, así como de los hechos pasados que han ido modelando su existencia, es el que va armando toda la estructura, por lo que es lícito significar que se trata de una novela coral, con protagonistas múltiples y, como es natural, una enorme complejidad de construcción.
Así, Respirar por la herida me ha parecido una novela muy ambiciosa en su desarrollo: aunque el planteamiento inicial no parece resultar especialmente sorprendente ni insólito, es a medida que avanzamos cuando asistimos a un muestrario de subtramas, saltos en el tiempo y enlaces entre distintos personajes que dan otro color y vigor a la historia; la fuerza de esta estructura no se pierde en ningún momento, y cabe añadir que Víctor del Árbol ha sabido moderar todos estos ingredientes y ponerlos al servicio de la novela sin sobrecargar, sin perder el hilo argumental y, sobre todo, sin perder tampoco el interés del potencial lector. En ocasiones he percibido algún exceso en la introducción de las casualidades como puntos de apoyo para enlazar la trama, pero no por ello menosprecio el talento mostrado por el autor para manejar tantos hilos a un tiempo con excelentes resultados.La novela pone en juego dos temas fundamentales: la venganza y la maldad. Ambas forman parte de la historia de cada uno de los personajes en distintos grados, pero se convierten en los ejes en torno a los que se desarrollan todos los acontecimientos. La venganza es el elemento producto del pasado que justifica la maldad presente y condena de distintos modos a los personajes a mostrar párrafo a párrafo sus heridas. No es solamente Eduardo, el iniciador de la trama, quien vive atrapado por las cicatrices físicas y psicológicas, sino todos los que, de algún modo, se relacionan con él directa o indirectamente. Todo respiran por sus heridas, todos creen encontrarse a sí mismos hurgando en los daños sufridos y poniendo el foco sobre las acciones ajenas; todos están condenados a una existencia de muertos en vida porque esa ola de maldad planea sobre sus historias de forma constante. El poso que nos deja la lectura es de total desencanto y angustia, y así esta obra se ubica en un espacio indeterminado entre la novela negra, el suspense y el drama.

Víctor del Árbol

Víctor del Árbol me ha parecido un autor muy notable; creo que no me equivoco al sugerir que esta novela ha sido un trabajo muy pensado, especialmente en el planteamiento estilístico. Se maneja un registro lingüístico muy cuidado, que obliga a una lectura más pausada y atenta de lo que es común en la narrativa actual (especialmente en este subgénero), aunque sí debo reconocer que en ocasiones he apreciado excesiva retórica y una tendencia demasiado frecuente al empleo de metáforas y de afirmaciones de contenido moral o reflexión psicológica. La mera presentación de los personajes, en el modo detallista con que el autor trabaja, bastaría para que el lector fuera extrayendo sus propias reflexiones, interesando menos que el narrador se inmiscuya.
Aun con este “pero” mínimo, me ha parecido un texto más que destacable, un verdadero ejercicio de buena escritura dentro de un género que nos invade en los últimos años y apenas nos permite adivinar cómo separar el trigo de la paja. Resulta muy apetecible, de cuando en cuando, asomarse a un texto de intriga, con cierto componente dramático y de novela negra, en el que no se abusa de los tópicos y se maneja con precisión de relojería la estructura y el estilo. Continuaré pendiente de Víctor del Árbol observando hasta dónde es capaz de llegar alguien con esta (para mí) carta de presentación.