Un engranaje perfecto de destinos entrecruzados donde todo tiene un por qué y un para qué. Una historia cruel en la que el destino se regodea con los que cruzan en su camino. Una vida sin felicidad, sin hermosura, que aún así se vive, a veces con hastío, a veces con pasión. Una novela exigente que no admite demoras. Que no da un respiro. Ni hace concesiones. Dura y terrible, pero adictiva.
Esta novela la he leído por gentileza de 24symbols.