Responsabilidad Social. El Arte de la Influencia

Por Aracelimasarte @AraceliMasArte
Responsabilidad Social es el Arte de convertirse en un miembro influyente de la comunidad donde vives. No hay nadie más influyente en mi comunidad de vecinos que aquel que se esfuerza en crear valor a cada paso que da y ofrece la oportunidad de la vinculación emocional, a través de aportar acción que comparte experiencias tanto positivas como negativas con su entorno buscando soluciones conjuntas que satisfagan a todos, lejos de la intención manifiesta por encontrar grupos de apoyo para lograr influir en el resto. Cuando es Corporativa la Responsabilidad Social que se busca, por más que leo eficacias y medidas concretas que se basan en el concepto de influir, solo puedo reconocer eficacia, justo, hasta el momento, en que las experiencias compartidas permiten, a la comunidad, convertir el discurso en un a modo de chanza y copla graciosa que recorre los pasillos del portal.
Por más que se empeñe aquel que quiere lograr una conquista mantener ésta a lo largo del tiempo, cada vez que toca un punto de encuentro donde comparte experiencias, el discurso, la imagen, la nota, el color, el olor y la apariencia terminan rompiéndose como olas contra acantilados negros, cuando no hay coherencia entre lo que dice que hace y lo que hace realmente y de lejos, suena aquella cantinela que hace sufrir a los que no pueden comprometerse en nada buscando ganar confianza comprando o vendiendo conciencias o favores en "aliados" que serán parte de tus filas, solo hasta que dure la oferta con que los tienes atados.
Si yo soy un complicado instrumento que precisa de ajuste y afinación constante para manifestarme como unidad coherente que aglutina un Valor Funcional y un Valor Emocional único y exclusivo en el mundo, será mi Valor de Responsabilidad Social el que de la medida justa que hace que yo sea exactamente lo que creo y ven los demás. Si lo demás, no me ven, como yo creo que soy o vendo que soy ¿De que me valdrían mil anuncios pagados en medios, con intrincadas y caras técnicas de construcción de imagen y complicados mecanismos de pseudo hipnosis tocando teclas del convencimiento ajeno, si mañana me acerco hasta la fiesta que da el del tercero y allí deposito mentiras?
La Imagen empresarial corporativa, busca y no encuentra influencia y cuando encuentra solo caminos en la cualidad y la capacidad de influir devastando la Responsabilidad Social Corporativa y su Valor Emocional, hasta convertirlo solo en un Valor Funcional que es exactamente igual a todos los valor funcionales del entorno y que les obliga a dibujar espacios de competitividad en abaratamiento de costes que darán como resultado aún más incongruencia y devolución de Valor de Responsabilidad nulo que tomará el Valor Emocional vendido como el componente más fiable para construir el chascharrillo más retwitteado de todo el patio de vecinos.
Ahora, justo que vengo de la jornada sobre Responsabilidad Social Corporativa a la que fui invitada, os cuento un secreto. Puedes gritar hasta dejarte las cuerdas vocales en el intento pero no lograrás que me crea aquello hasta que te vea hacerlo y puede que afine mi voz hasta cantar estribillos viejos que hablan de amores mal atendidos:
"Teatro, lo tuyo es puro teatro. Falsedad bien ensayada. Estudiado simulacro" 
La Lupe Y al final del cuento, porque aquí, en este blog, los cuentos son protagonistas indiscutibles de la parrilla, obtendrás lo que siempre encuentra aquel Don Juan Tenorio o el viejo Casanova: Todo hoy y nada para mañana. A no ser, que puedas lograr que desaparezcan todos los picaflor del entorno y de tus conquistas solo vivas el aburrimiento de relaciones obligadas, pagadas y maltrechas o puede que incluso termines dando con la única flor que simplemente termina desestimando tu atolondrada presencia, sin más.