Una carta pública dirigida al presidente Obama, con la intención de que levante el embargo, o al menos lo alivie, ha sido firmada por personajes que demuestran que los Derechos Humanos en la Isla no les importan en absoluto.
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Para algunos, vergüenza significa un cheque con varios ceros. No puedo ocultar que me llena de consternación que existan personas en este mundo que defiendan a la dictadura aunque sospecho que quienes lo hacen, no piensan en nada más que en ganancias económicas, prebendas o futuros pagos por sus servicios de “lobby” político. De una u otra forma, significa lo mismo en cuanto a ética y humanidad. Sus desvergüenzas emulan entre sí para el campeonato del más cínico.
Nadie con honor puede levantar su voz para fortalecer la tiranía de los hermanos Castro, que –por más de medio siglo– ha hundido en la miseria a nuestro país. No pueden ocultarse tras la aparentes buenas intenciones de “ayudar al pueblo cubano” cuando conocemos que absolutamente nada mejorará nuestra realidad; todo lo contrario, según se fortalezca el régimen totalitario, lo mismo ocurrirá con el férreo yugo que ejercerán sobre el pueblo, aumentarán la represión y los asesinatos a los líderes de la disidencia. Eso es lo único que lograrán si levantan o alivian el embargo a la familia Castro.
A quienes no les importe entonces que firmen y protejan a la dictadura de Cuba.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión asentamiento de Lawton. Mayo de 2014
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