Respuesta aclaratoria de Newton Briones a Latvia Gaspe Álvarez

Publicado el 24 julio 2013 por Yohan Yohan González Duany @cubanoinsular19

Nota del editor: El destacado historiador y escritor Newton Briones Montoto me ha hecho llegar la siguiente misiva enviada a la escritora Latvia Gaspe Álvarez sobre su artículo “Simuladores en nuestra historia”, publicado en varios sitios webs incluido Cubadebate. Con la bendición de Newton, reproduzco dicha carta y su opinión sobre lo expresado en tan polémico artículo, a la espera que sirva para avivar el debate en busca de la verdad.

Yohan González, editor Desde mi ínsula

Por: Newton Briones Montoto

Hace unos días recibí, a través del correo de un amigo, un artículo tuyo con el título: “Simuladores en nuestra historia”, publicado en la Pupila Insomne y firmado por ti, mi amiga Latvia Gaspe Álvarez. Aunque no se menciona mi nombre, creo que tiene la intención de responder a un artículo mío, titulado Justicia al Profeta[1]. Y aunque mi sospecha resultara infundada es mejor abundar que no carecer.

Esta es una historia de la cual todos sabemos un poco, pero nadie sabe lo suficiente.

Antes de responder es necesario situar las bases sobre esta diferencia de opiniones escritas. El ánimo no es ganar sino dejar claro para los historiadores e interesados sobre el periodo histórico comentado. En el antiguo oeste americano la razón estaba en quien sacara más rápido la pistola. La época ha quedado atrás y la moderna exige que las evidencias o argumentos sustituyan a las armas. Cada afirmación debe tener detrás pruebas y no adjetivos, tan utilizados cuando no se tienen argumentos.

Empezaré respondiendo algunos párrafos de tu artículo. Los interesados en la vuelta al pasado quieren imponer la moda de reivindicar algunas figuras tuvieron una funesta trayectoria en la Cuba anterior a 1959”. El párrafo no suena bien, le falta la conjunción que.

Cuando dices: “Interesados en la vuelta al pasado”, ya estas calificando a los que tienen una opinión diferente. ¿Por qué tiene que ser reivindicarlos, como dices tú, y no situarlos en su época? Si la intención del artículo Justicia al Profeta hubiera sido reivindicarlos como tú señalas, cabría preguntarse, ¿cómo lo lograría si ninguno de aquellos hombres está vivo? Tampoco dejaron nada escrito que sirvieran para ser utilizado como una guía ideológica y permitiera que sus ideas tuvieran vigencia. No creo que después de 54 años de revolución esa posibilidad exista. La afirmación además de infundada es pesimista, lo que me hace pensar que tienes dudas al considerar qué opiniones diferentes a la tuya puedan modificar lo hecho. Y si me preguntaras diría que no quisiera que mi gobierno se pareciera en nada al de Prío ni al de Grau. Quisiera que fuera mejor porque detrás de mí existe un compromiso moral con mi familia y otros. Mi abuelo, mis padres, mi hermano y su novia Urselia Díaz Báez. Aspiro a un gobierno independiente y soberano de los EEUU. A que la primera ley de la república sea la dignidad plena del hombre. Además, con todos y para el bien de todos y que el sistema económico cumpla con ese objetivo. Que el robo y el asesinato sean cosas del pasado. No obstante como tienes esa preocupación, te invitó a pensar en asuntos parecidos en tiempos diferentes, lo cual puede ser un incentivo para que no suceda como tu temor te hace pensar. En fecha reciente nuestro general presidente abordó problemas del momento[2], sin embargo, algunos de los inconvenientes de aquella lejana época se parecen a los actuales. Una encuesta de Bohemia en 1948, la revista de mayor circulación, reflejaba las preocupaciones reales de la gente. “El principal problema, colocado en lugar cimero por más del 50% de la población, era acabar con la bolsa negra y los altos precios imperantes. En segundo lugar se encontraba la solución de los males ocasionados por el pistolerismo, la consiguiente inseguridad personal y la pérdida de vidas a manos de los grupos armados independientes. En tercer lugar se abogaba por la honradez administrativa, el restablecimiento de la austeridad y del orden público, la terminación del desorden y del relajo. En cuarto lugar aparecían las dificultades en el transporte, lo cual, como es natural, es mucho más importante entre los habaneros que entre los restantes ciudadanos del interior”[3]. En tu preocupación sobre el pasado hay más arranque y deseo que explicación o solución a los problemas existentes.

Veamos otra acotación tuya. Que el Doctor Ramón Grau San Martín era tan honrado que no tuvo responsabilidad con la vergonzosa y generalizada corrupción administrativa que caracterizó su gestión de 1944 a 1948, ni con el desarrollo y florecimiento del gansterismo, ejemplarizado con los crímenes del reparto Orfila. Y si todo esto, como tu señalas, resultara ser cierto, ¿por que después de 1959 no se le hizo un juicio a Grau San Martín? Él decidió quedarse a vivir en Cuba. Dudo mucho que alguien acusado de ladrón y asesino tomara tal determinación. Sucedió todo lo contrario. El tribunal supremo sobreseyó la causa que lo inculpaba, y pudo cobrar para su sostén el poco dinero depositado en un banco del Vedado. Siguió viviendo en su casa y murió en ella, lo que me lleva a pensar que no hubo pruebas en su contra. Las personas que intervinieron en el caso poseen un pasado intachable, y yo no tuve nada que ver con la decisión. Me inclino a pensar que no hubo equivocación sino justicia. Y no se equivocaron en la decisión como puede colegirse de tu duda. El artículo deja muy en alto a la revolución actuando de acuerdo con lo que predica. Un prejuicio nos puede conducir a ver el lado malo e impedirnos ver el bueno. Por eso ser objetivo es tan difícil. No obstante estar consciente de esto, hice más en aras de buscar claridad sobre los hechos de Orfila y el gansterismo. Visité a Secundo Curti, ministro de gobernación en dos ocasiones. Le pregunté por qué el gobierno no detuvo aquellas acciones de los hombres con las armas en las manos. Entonces me dijo: con las leyes de ustedes, de ahora, podríamos haberlos condenados. El poder ejecutivo y el judicial eran independientes. Esa no era nuestra posibilidad, el presidente no podía ejercer presiones sobre el poder judicial, me dijo Curti. Lo anterior lo dije en una Mesa Redonda a donde fui invitado a hablar del gansterismo. Te agrego un elemento más: Mario Salabarría resultó condenado por la batalla de Orfila y salió libre en 1959, después de haber cumplido su condena.

Otro párrafo del artículo tuyo dice: “La mayoría de los que se entregan a este esfuerzo suelen ser afligidos encubiertos que a nuestro lado hacen uso de la historia para sus velados fines, o adversos declarados cuya nostalgia del pasado es tan fuerte que les hace cambiar las realidades e imitando a la corriente del Golfo impulsan desde el norte sus ímpetus académicos para tratar de enfriar este archipiélago”. El párrafo es poco académico, intenta demostrar que los que tienen una opinión diferente a la historia oficial son enemigos, y entonces los que nadan a favor de la corriente son amigos. Además, una cuestión Geográfica. La corriente del Golfo corre, de oeste a este, y no de norte a sur. Lo hace por el Estrecho de la Florida, al norte de Cuba y a pocas millas de La Habana. Sobre el mencionado libro de Humberto Vázquez tú desconoces que el autor me solicitó la presentación del mismo. Le dije que yo no estaba de acuerdo con algunas de sus afirmaciones y que le sugería prescindir de mi presentación. (No obstante es un libro que contiene valiosa información para los análisis de la época. Hay que reconocer su esfuerzo, aunque yo no estuviera de acuerdo con algunas de sus consideraciones. Como podrás suponer pocos actúan de esta manera). No obstante mi objeción, me pidió que lo hiciera y presenté el libro en La Cabaña.

Otro párrafo de tu artículo dice: No obstante, Grau fue sin lugar a dudas una figura política singular. Resulta difícil entender cómo el hombre que capitalizó el impulso de grandes núcleos revolucionarios de la oposición a Machado y que dirigió, estimulado por Antonio Guiteras, el único gobierno de aquella República que se atrevió a desafiar abiertamente al imperialismo yanqui, fuera el mismo que presidiera en la década del 40 uno de los gobiernos más corruptos que recuerda nuestro pueblo. Paso a responderte. Me parece muy bien que reconozcas el haber desafiado a EEUU. Esto es un paso de avance, porque hasta el momento muchos le han negado esa acción. No llevo la cuenta de las diferentes interpretaciones que se han hecho sobre Grau y su gobierno. Un historiador dijo que no haber jurado la constitución de 1901 había sido un acto de pura demagogia. Creo que sobra el párrafo que dice, estimulado por Antonio Guiteras, me gustaría conocer tus argumentos para llegar a tal afirmación. ¿Cómo puedes demostrar que Guiteras estimuló a Grau a ser antiimperialista? Desearía ejemplos concretos que me hicieran variar de opinión. Te pregunto entonces, ¿y no pudo ser que ambos tuvieran ideas afines y por eso Grau lo escogió y lo mantuvo al frente de la secretaría de Gobernación? Debes recordar que el presidente es Grau y Guiteras un subordinado. Si hubiera sido como tú dices entonces las palabras dichas por Guiteras en su conocido artículo Septembrismo, podrían ser calificadas de hipócritas al decir algo con lo que no estaba de acuerdo: “Yo tengo la satisfacción de haber llevado a la firma del Presidente Grau los decretos que atacaban más duro al imperialismo yanqui”. Aquí cabe aquello de que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

En otro párrafo de tu artículo dice: El libro de Vázquez García puede ayudarnos a comprender con profundidad tal paradoja. Sin embargo hubo una realidad que resulta imposible de negar, la responsabilidad y complicidad del Primer Mandatario con la impunidad, la corrupción, el gansterismo y la masacre [3], al proteger y respaldar desde el poder a los más connotados representantes de estas lacras que resultaron ser sus más allegados colaboradores. La afirmación resulta un poco dura y se puede concluir que aquel gobierno era lo peor. Una conclusión más cuidadosa podría decir que tuvo aciertos y errores. En el libro mencionado las opiniones de Raúl Roa y Juan Bosch propician criterios más balanceados. También Chibas dio los suyos: El gobierno de Grau [puntualizó Chibas] es más culpable por lo bueno que ha dejado hacer, que por lo malo que ha hecho. Este criterio es aplicable a todo y a todos. Siempre se puede más, lo cual puede decir otra persona fuera del gobierno. Por solo mencionar algunos aciertos de Grau y reconocidos por Chibas cito: Al trazar el balance del gobierno de la cubanidad, Eduardo Chibas, reconoció que había tenido, sobre todo en su primera etapa, grandes aciertos, así como actitudes revolucionarias y nacionalistas. Y mencionó entre otros: la renovación de los jefes militares de Batista y el regreso de las fuerzas armadas a los cuarteles, el rescate de las bases aéreas norteamericanas, el diferencial azucarero, las obras públicas y el respeto a la libertad de prensa[4]. No vayas a reclamarle Guantánamo a Grau, porque eso no lo hemos conseguido ni nosotros.

Vayamos a otro punto de tu artículo. Si fuera cierta la afirmación de Humberto Vázquez, y que tú reiteras, te remito a la misma pregunta hecha con anterioridad: ¿Por qué dejaron que Grau viviera tranquilo en su casa? Sobre la corrupción de la que tanto se habla. Alemán robó y esto es algo que nadie niega, ni el propio Grau. Yo también tuve la misma inquietud y le pregunté a Segundo Curti. Me dijo lo mismo que le dijo a Humberto Vázquez: “Grau no robo un peso [testimonio de Segundo Curti] ni la cuñada tampoco… la comemierda de Paulina. El hijo de puta de Alemán se llevaba un millón y le dejaba cinco pesitos”[5].

Aprovecho la ocasión para comentarte sobre otros asuntos tocados en el libro. “Si algún mérito se le pudiera reconocer al líder de la cubanidad sería que pese a todos los accidentes de su carrera política y su profunda aversión al comunismo, honró su palabra de no convertirse en un presidente que huyó al extranjero”[6]. No dice que alguien acusado de ladrón y asesino no temió enfrentarse a la justicia de la revolución, asunto que da para pensar que algo no concuerda. También le faltó poner el resto de lo sucedido con Grau antes de morir en 1969. No explicó esa parte de la historia, que yo desarrollo en mi artículo “Justicia al Profeta”.

Es todo. Espero que la diferencia de opiniones no disminuya nuestra amistad.


[1] Justicia al Profeta. Publicado en Espacio Laical.

[2] Primera Sesión Ordinaria de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 7 de julio de 2013.

[3] Bohemia. 24 de octubre de 1948

[4] Vázquez García, Humberto, -El Gobierno de la Kubanidad-, Pág. 479.

[5] Vázquez García, Humberto, -El Gobierno de la Kubanidad-, Pág. 479.

[6] Vázquez García, Humberto, -El Gobierno de la Kubanidad-, Pág. 484.


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