Hace unos días en el buzón de mi casa aparece un sobre sin ningún tipo de logotipo, aunque en el diseño se delataba el interior, los colores rojo y amarillo gualda, simulando la bandera española. La carta dirigida a los “lectores residentes en la urbanización San Roque, Cacabelos (León)", sin identificar ningún nombre en particular, eso si, franqueo pagado y envíos postales de propaganda electoral en un borde. Como buen ciudadano me pongo a leerla, no una vez, unas cuantas. Lo que más me llama la atención es la repetición de la palabra “golpe de estado y golpistas”, tres veces, claro está que se refiere a Cataluña. A tanto intelecto de esa formación, les digo que un golpe de estado” según la Wikipedia, es la toma del poder político de forma repentina y violenta, vulnerando las normas legales de sucesión en el poder vigente con anterioridad. Pues nada de eso ha pasado, ni en Cataluña ni en otro rincón de España. Nada que decir de la utilización del lenguaje sexista en cada una de los apenas doce puntos y parte utilizados en la carta. Continua diciendo que estamos en uno de los momentos más críticos de la historia de España, lo que deja entredicho, la historia no es su fuerte, este país ha pasado por etapas violentas en cuanto a guerras, hambre y miseria, no es un momento ideal, pero estamos mejor que en la Edad Media. Se dice que la inmigración ilegal amenaza nuestra libertad, ninguna persona es ilegal cuando huye de las guerras, el hambre, la persecución política o las mismas catástrofes naturales. No nos sentiremos libres si no estamos al lado de las personas que sufren y necesitan nuestra ayuda. En otro de los apartados se habla de que se extiende un “feminismo supremacista” que atenta contra la igualdad, con ataque al mundo rural y a las tradiciones. Si decimos “supremacista” nos vamos a un concepto de superioridad de unas personas sobre otras. No es momento de confundir a la ciudadanía cuando hablamos de “feminismo”, con esa palabra, nos referimos a un movimiento social con sentido de igualdad, respeto y justicia social. Para VOX este país es de las personas que madrugan, dice una amiga mía que ella no madruga ya que trabaja por las tardes, pero que también pone todo su esfuerzo en desempeñar perfectamente su trabajo, igual que los y las que lo hacen a las siete de la mañana. Cuando se habla de educación pública, hablamos de igualdad de oportunidades para todos y todas, sería VOX uno de los partidos que defienden la instrumentalización de los poderes públicos para seguir con los valores tradicionales de estilo arcaico y ñoño, al no dejar que la mente progrese y con ella las personas. Como profesional de la Educación Social siento que soy más necesario que nunca, que mis valores y competencias deben estar en alerta todo el día y no dejarnos llevar por este pesimismo incierto que partidos como VOX nos hacen creer y mostrar.Sigo pensando los que dice Ismael Serrano en una de sus canciones: “Que el miedo cambie de bando, que el precariado se haga visible, que no se olviden de tu alegría, que la tristeza si es compartida se vuelve rabia que cambia vida”. Samuel N.P.