Los 47 Ronin son unos legendarios samurais de la mitología japonesa, que representan el honor, la lealtad y además, la rebeldía, el vagar sin dueño. El restaurante 47 Ronin, en la calle Jorge Juan, tiene ese punto doble a la gastronomía japonesa: es leal con la materia prima nipona y con las técnicas tradicionales pero aplica esa misma rebeldía llevando las preparaciones al límite de la vanguardia, inventando, creando nuevas mezclas y texturas. 47 Ronin está muy lejos de ser un restaurante japonés al uso, de los que estamos acostumbrados. Antes al contrario, genera una experiencia de tal calado que se convierte en irrepetible.
Una impresionante réplica de arce japonés asombra al visitante nada más entrar. El local está dividido en tres espacios, en función de la experiencia gastronómica que se elija. El arce enmarca la barra, llamada The Tree, con una carta de cócteles japoneses diseñados por Diego Cabrera y platos en pequeño formato ideales para compartir. En la planta de arriba, se ubica 47 Ronin Restaurant, con un menú a la carta o menú degustación.
Pero el espacio verdaderamente exclusivo está al otro lado de la escalera, tras una puerta de madera, donde solo 12 comensales al día departirán con el personal de cocina mientras descubren las creaciones japonesas más de vanguardia en un menú de 24 platos. El reparto de los espacios se basa en la decoración que Tomás Alía hizo para la tienda de ropa de hombre Gallery que se ubicaba antes allí y domina el negro y la sobriedad. Es la única manera de que resalten el colorido de los platos y la variedad de sus presentaciones.
47 Ronin es una vuelta de tuerca más de la gastronomía japonesa, obra de Borja Gracia, el creador de Hattori Hanzo y de Panda Pastisserie. Borja es un apasionado de Japón, de su cultura y su comida y su único afán es transmitir “lo que yo viví el tiempo que estuve en el país o en Nueva York conviviendo con ellos, ese Japón divertido y creativo que yo aprendí”, explica. A través del contacto estrecho con la comunidad nipona de Nueva York, aprendió recetas y preparaciones tradicionales pero desconocidas. Eso y el hecho de que en Japón “todo se gana a través de la confianza y el esfuerzo. No te regalan nada pero cuando abren sus secretos, tienen verdaderos tesoros”, detalla.
La experiencia en Hattori Hanzo le abrió todo un mundo de proveedores, materias primas y servicios que no podía llevar a este restaurante “por cómo es su carta y su público”. Pero en cuanto pudo, se lanzó a por un formato más exclusivo, más erudito, con más cocina y más personal, en el que él mismo ha diseñado la carta y donde trabaja día a día como chef, con la ayuda del jefe de cocina, Xune Andrade, con varios años de experiencia en restaurantes como Casa Gerardo y L’Alezna. No, de nuevo, es un restaurante de Borja sin sushi. “El sushi en Japón es un capricho, algo muy puntual”, afirma. Y recuerda que “la coctelería japonesa es la gran olvidada”. De ahí, la existencia de The Tree.
47 Ronin trae las materias primas directamente de Japon como la seta matsuzake, la más cara del mundo, el cangrejo de Hokkaido, de sabor sutil que se come desmigado con nieve de coco, la vieira de buceo, las algas totoro kombu, con las que genera texturas sorprendentes o el caviar del mar. La carta del restaurante abunda en los ahumados o los encurtidos, como es típico en Japón, sin que dos ahumados te sepan iguales, como es el caso de la anguila y la caballa que ofrecen en el menú degustación. Destacan y sorprenden también las más de 200 referencias en vinos y sakes que manejan y que maridan con originalidad, comandados por el sommelier Alejandro Icart, un experto muy pedagógico por el que hay que dejarse aconsejar.
La experiencia en 47 Ronin es delicada, exquisita, de capricho. El servicio es experto y conoce bien la coreografía de los platos con lo que, aunque es caro, es perfecto para darse un homenaje. Entre otras cosas, porque en un asador sabes lo que te vas a encontrar. En 47 Ronin vas a comer recetas que no encontrarás en ningún otro sitio en Madrid, preparadas exquisitamente y con una buena bodega. Y si ya quieres tirar la casa por la ventana, hazte con el menú de 24 platos y la cena romperá moldes.
Los datos. Restaurante 47 Ronin. Calle Jorge Juan, 38. 913 48 50 34. Horarios: Snack y cocktail bar: De martes a jueves de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 00:30, viernes de 13:30 a 02:00 y sábados de 12:00 a 02:00 horas. Restaurante: De martes a sábado de 13:30 a 15:30 y de 20:30 a 22:30 horas. Precio: los menús del restaurante van desde los 45€ a los 80€. El menú degustación largo cuesta 110€. Más info y reservas en su web.