Restaurante Asador El Nacional, en Burdeos (Francia)Situado en el número 23 de la calle Rode, en pleno centro de Bordeaux en el barrio de Chartron justo enfrente del mercado cubierto del citado barrio y en el que pude asistir de una magnifica cena durante la velada del Lunes 1 de Octubre 2018 aprovechando mi estancia en la ciudad por motivos de trabajo. Tal y como es común en muchos lugares, el lunes es el peor sitio para encontrar restaurantes abiertos, por lo que tuvimos que dejarnos aconsejar por el conserje de nuestro hotel, quien tras unos pocos minutos de búsqueda, acertó de lleno con esta recomendación.
Recreado en Buenos Aires, Hugo Naón , su chef argentino y su equipo, dan la bienvenida en un auténtico " clásico bodegón porteño " en memoria de las pequeñas tiendas locales en Argentina que asocian abarrotes, flujo de bebidas y pequeñas restauraciones, " El Nacional " recrea un marco familiar y atemporal. Inspirado en diferentes culturas de España, Italia ... Burdeos, como las sucesivas inmigraciones de Argentina, este restaurante ofrece una cocina tradicional y generosa.
Platos sabrosos y gourmet son una invitación a viajar .
Los 200 vinos que se ofrecen a la carta también se seleccionan según su denominación francesa o argentina y su tipicidad. Un verdadero deleite para las papilas gustativas!
En un ambiente agradable , el equipo garantiza la comodidad de sus clientes desde el mostrador hasta la terraza. Se presta la misma atención a la recepción de individuos y grupos, con pequeños toques que encantan a todos los huéspedes .
Nada mas ojear la carta ya tuvimos claro lo que íbamos a tomar, una buena carne a la parrilla, por supuesto pero antes pudimos disfrutar de unos primeros sorbos del vino tinto local elegido para este ocasión. Château Livran Tinto 2014 AOC Médoc, elaborado en su mayoría con Cabernet Sauvignon y un poco de Merlot. Un vino de capa media-baja, con aromas no demasiado maduros, incluso tirando hacia un lado vegetal ligeramente molesto. Marcados recuerdos a pimiento y pimentón dulce. En boca, acidez alta, taninos muy discretos y trago largo de persistencia corta. Este vino pese a no ser de los mas baratos de la carta, nos llegó a decepcionar un poco.
Antes de saborear nuestro plato principal, tuvimos el capricho de pedir de entrante unos muy apetitosos riñones de buey a la plancha, con ajos y perejil. Un plato no muy común y que a su vez resulta algo exclusivo por su tipicidad y especialidad. Todo sea dicho y contra todo pronostico, resultó un plato elegante de sabores finos y suaves.
El plato fuerte fue nada menos que un Chuletón de Buey Angus al centro para compartir, madurado en cámara y asado a la parrilla de carbón acompañado de patatas fritas caseras (no aporto fotografía). La imagen habla por si sola. Una carne curada de aromas maduros, textura mixta que combina en su parte exterior un matiz más entero, combinado con una sensación mantecosa y delicada en su interior. Una materia prima de muy alta calidad, envejecida con maestría y trabajada en los fogones con buena mano. Llegado a este punto, no tuvimos demasiado interés por tomar postre y pusimos el broche a esta cena, con una infusión que nos ayudó un poco a digerir.
Ahora es cuando entiendo porqué este restaurante estaba lleno de clientes un lunes por la noche, y es que hay que reconocer que pocos sitios tratan tan bien en sus fogones, estas delicadas obras de arte gastronómicas. Un lugar para volver, un sitio recomendable a tener muy en cuenta.