Para quienes conocemos la trayectoria culinaria de Mario, seguimos opinando que es todo un acierto!
Herencia que lleva en la sangre, ya que recordamos la buena época en los años 80´s donde Minín y Angelita regentaban el Cantábrico, uno de los sitio más emblemáticos ubicado en Venta de las Ranas, era reconocido por su gloriosa parrillada de mariscos y visitado por los más prestigiosos personajes de la época. A principios de los 90´s, Mario tomó las riendas con cautela y se coronó durante seis años; aún recuerdo aquellas untuosas cenas que finalizaban con aquellas copas de brandy!
Su trayectoria ha ido a más siendo propietario de varios negocios como la reconocida Marmita, hace unos meses abrió sus puertas pisando fuerte con su nuevo proyecto De Mario.
Ubicado en la Guía, el local está decorado con sencillez y con ese toque rústico y acogedor, distintivo que elige en sus locales; mesas amplias y bien separadas unas de otras, iluminación y menaje impecable.
La carta es corta con precios asequibles, se basa en la cocina puramente tradicional destacando los platos de cuchara y las carnes con raciones muy abundantes.
Comenzamos con un cava Gramona bien fresquito y de entrante el tomate rosa aliñado con cebolla dulce, por recomendación de un buen amigo, lo cual fue un total acierto, continuamos con el bacalao al horno con un toque de salsa vizcaínapropuesta de Mario, fantástico y para finalizar el glorioso bife a la parrilla, con un sabor cremoso y punto perfecto.
Prometemos contaros de los postres en otra ocasión, ya que no conseguimos probarlos, el servicio atento y cercano.
El ticket fue de 32,50 euros por persona incluidos cafés.
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