En la calle Palos de la Frontera 21, esquina a Batalla del Salado (enfrente a la antigüa estación sur) se encuentra “El Puchero de mi Abuela” un restaurante de comida casera muy aceptable en estos tiempos que corren.
Podemos degustar desde fabada, callos, cocido completo a rabo de toro, codillo e incluso mariscada, eso si de encargo.
Posee una amplia carta de vinos, rioja, ribera del Duero, albariño, rueda, barbadillo, Navarra, Cava o Champagne, además de “castizos” vinos de Madrid, entre ellos el famoso Tagonius.
Luego en barra tenemos una gran cantidad de tapas y raciones.
De postre un flan, casero y por último un café que también entraba en el precio del menú-
La mantelería de hilo, con un mobiliario tipo castellano y el decorado, prácticamente diáfano, con
algunas fotos de comida sin marco, muy limpio. Ambiente tranquilo e ideal para familias o amigos.
Aunque cabe destacar el magnífico trato de todo su personal, muy atento y profesional, que hacen que te sientas cómodo y a gusto.
Publicado por Mascherato viola en 13:54