Restaurante en un árbol

Por Proyectosinergias

Yellow treehoeuse restaurant, Nueva Zelanda. Arquitectos: Peter Eising y Lucy Gauntlett. La compañía Páginas amarillas, decidió lanzar esta campaña en nuestras antípodas, en la que una chica aparecía en mitad de un bosque proponiendo la construcción de este restaurante, con el listado amarillo como única ayuda.

Tal fue el éxito de la publicidad, que no solo se construyó con éxito, sino que los medios de comunicación del país se volcaron en el suceso, apareciendo en noticiarios y cientos de publicaciones escritas.

Resultado: Más de 2000 comensales el primer año, más de 2 millones de visitas a la página web y la admiración de los neozelandeses.El edificio imita algunas de las estructuras naturales que animales y plantas usan para adosarse a los árboles, en concreto una secuoya de 40 años de antigüedad y 1.7 metros de diámetro.

A mi personalemente me recuerdan a las bolsas que construyen las procesionarias en los pinos. Un capullo de 12 metros de diámetro con capacidad para 18 personas (servicio incluido) al que se accede mediante una rampa de 60 metros de longitud. Un intento de rememorar los sueños de la infancia en el mundo anglo-sajón, en el que las casas de recreo en árboles y las leyendas de hadas y monstruos en el bosque son intrínsecos a su cultura.Pero claro está, su modesto tamaño, la intención de no dañar el árbol y que la estructura pueda ser desmontada, hace que sufra de algunas incomodidades, como es, que la cocina y los baños, tengan que permanecer al pie de la rampa.Adjunto dos vídeos en los que se muestra el edificio y se explica el fenómeno medíatico que supuso.

Adjunto dos vídeos en los que se muestra el edificio y se explica el fenómeno mediático que supuso.