RESTAURANTE GAUDIUM: Jornadas de Jerusalén

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz
El Restaurante Gaudium (ubicado en pleno corazón del barrio de Chamberí) se ha convertido en uno de mis referentes y placeres culinarios. Por muchos motivos entre los que emergen: la calidad y mimo del producto, el juego de sabores, el trato cercano, la intimidad del local y esa maravillosa sensación que se tiene al salir con el estómago altamente satisfecho. No es fácil lograrlo. Y ellos lo hacen. Creedme.

Desde el 2 de marzo al 11 de marzo el genial chef Juan Carlos Peñas nos propone un viaje culinario sin salir de los dominios del Restaurante Gaudium. Su propuesta nos lanzará de lleno a una cocina exótica, diferente, aromática, fresca y sincera. Nos lanzará a las venas de Jerusalén...

Colisión de culturas
Jerusalén es un enclave donde las culturas cristiana, judía y musulmana se entremezclan, creando un mundo de sabores y mezclas gastronómicas de lo más sugerente. Las influencias yemenitas, marroquíes, rusas, polacas y árabes, así como la aportación de los inmigrantes, visitantes y mercaderes, nutren de pasión y potencia su cocina. 
Este universo de especias y aromas, se antoja un lugar de encuentro entre Europa, Asia y África, a lo largo de miles de años. Cabe suponer que esa mezcolanza se eleva gracias a las aportaciones de las diversas culturas, religiones, costumbres, modos de entender la vida y de aprovechar los recursos de la naturaleza. En el Restaurante Gaudium el ánimo no es otro que el de materializar una gastronomía histórica con un punto renovado. Pero la esencia se respira, se palpa y se saborea en cada bocado.
Todo medido, calibrado, pensado y ejecutado con una maestría y cariño envidiable. A fin de cuentas comer significa viajar de alguna forma. Tu paladar será el transporte a nuevos mundos...


Degustando la historia

Una surtida y compensada oferta gastronómica se abre ante tus ojos a un precio más que razonable de 30 euros - vale cada céntimo que invirtáis -. Piensa que una vez que te sientes estarás perfectamente atendido y aconsejado en cada paso que quieras dar (el aperitivo, el vino a elegir, el proceso de cada elaboración...) Así como si padeces alguna intolerancia o alergia nutricional serás perfectamente guiado y compensado para hacerte disfrutar sin renunciar al sabor (lo vivimos en nuestra propia carne: intolerancia a la fructosa) 
En el menú hallarás todo tipo de matices, fragancias y texturas en boca. Simplemente siéntante y déjate seducir por todo el espíritu de Jerusalén
Ensalada de colinabo con menta y zumaque. Una forma estupenda de comenzar la aventura con un plato fresco, donde el zumaque (una especia típica de Oriente Medio, con alto contenido en taninos, sabor ácido y bonito color rojo oscuro) sorprende para todos aquellos que no lo hayáis (yo el primero) probado antes.

Zumaque molido. Si quieres verlo, pídelo. Te lo mostrarán encantados...

Coliflor frita con Tahina. Los aromas árabes se dan cita en este plato, pues la Tahina (pasta de sésamo) es uno de los emblemas de su gastronomía. 

Sopa de berros y garbanzos con agua de rosas y Ras Al Hanout. Un plato de cuchara que te aseguro te va a sorprender. Un milimétrico trabajo con las especias y los diferentes sabores.

Ternera con ciruelas y naranja. La propuesta "cárnica" del menú degustación es un espectacular plato a baja temperatura que se deshace en la boca. Todo tiene sentido en esta combinación.

Pescado frito con Harissa y Rosas. El mar se muestra en todo su esplendor con este bocado magnífico y con personalidad (la harissa es una pasta picante de chile y especias propia de Tunez) Todo "acostado" sobre una cama de aromático arroz jazmín. 

Tarta de mandarina y salsa de chocolate. Y para los amantes golosos, llega un postre irresistible. Una fusión de sabores de alto contenido pecaminoso. Una forma perfecta de concluir la degustación dejando en boca matices dulces y cítricos, refrescantes y esponjosos. 

Espero que este muestrario de recetas, de platos magníficamente perpetrados y presentados con gusto, amo y valorando el producto como se merece, os inspire, os seduzca y os abra el apetito. 
Mi recomendación efusiva es que os dejéis caer por el Restaurante Gaudium y viváis una experiencia gastronómica de altura. Una odisea por Jerusalén, por sus zocos, sus callejuelas impregnadas de aromas de especias y por su historia visita en un plato. 
¿Te apuntas a un viaje único...?