Los principales los pedimos al centro. Un original cordero asado con manitas de cerdo. Una curiosa mezcla que complementaban a la vez que diluían los sabores, el cordero quedaba enmascarado por las manitas. Además resultó un poco contundente para la hora que era, quizás al mediodía. El otro plato que pedimos, fue un guiso de carrillera del que dejamos el plato tan limpio como cuando salió del lavavajillas. Un buen colofón para la gélida cena que nos estaba dando la puerta y los fumadores con sus idas y venidas.
Creo que de la experiencia en Ginkgo Biloba me quedo con la salsa de la carrillera, el Pícaro que entraba a las mil maravillas con esas temperaturas y el canutillo de Idiazabal. El precio fue lo esperado. No fue elevado, pero también es cierto que casi todo fue tapeo. Les recomendaría, si sirviera para algo, que mejoraran la iluminación para ver el color de las cosas que comemos, aunque para ello tengan que mejorar la pobre decoración y el mobiliario del local. Y si no quieren entrar en peligro de extinción como el árbol del que llevan el nombre, que traten con más mano izquierda a sus clientes, que taperías como esta hay muchas y clientes cada vez menos.
El bar de vinos y tapas Ginkgo Biloba está en la calle Sancho número 5 de Murcia, junto a la puerta de la barra del Rincón de Pepe, detrás del Casino. Y su teléfono para reservar, si cumplís sus condiciones es el 637268188.