Calle Doctor Castelo 30,
Madrid, 28009.
Telf: 915733061
web: http://www.tabernalaredo.com/index.html
Cierra los domingos.
Seguimos recorriendo la madrileña zona de Retiro-Ibiza y más concretamente la calle Doctor Castelo, dónde se agrupan algunos grandes templos gastronómicos y es precisamente esa profusión de locales lo que enriquece esta zona, porque son tantos y tan buenos, que lo más fácil es acertar al optar por cualquiera de ellos.
Y uno de los que más destaca, tanto por la calidad de su oferta como por la antigüedad es Laredo, que fundamentó su nombre en dos locales anteriores, el último de ellos, nombrado como Taberna Laredo, es precisamente el que ahora ocupa el restaurante La Catapa, que, a su vez, dejó el local que ahora ocupa la Taberna Marcano (que será uno de los próximos que visitemos).
Podría extenderme con su historia, pero creo que casi mejor os la leáis en éste enlace de supropia página web, por cierto, una gran web (con buena música, aunque yo no sea de webs de restaurantes con música).
El local:
Magnífico, no me sale otra palabra, es magnífico, casi perfecto, desde la decoración, hasta cuestiones más técnicas.
Desde la planta de calle se accede a un amplio espacio dominado por una impresionante barra normalmente abarrotada en las horas de los aperitivos. Hay mesas altas y una gran mesa baja cerca de la puerta, si no tienes sitio en la sala, no dudes en pedir lo que quieras y disfrutarlo.
La decoración es robusta, muy actual. Dominan los tonos negros de materiales lisos y resistentes combinados con madera (en homenaje a las cajas de botellas de vino). Es bastante atemporal, muy funcional y a la vez contundente. Aquí no hay profusión de detalles "vintage", aquí hay un espacio dedicado al disfrute de los sentidos.
Antes de acceder a la sala, ubicada en un nivel superior, una vitrina nos muestra el sello de Laredo: el producto. No lo dudes, recréate.Ya, en el comedor, verás que hay espacio de sobra, que las mesas están bien vestidas y tienen un tamaño estupendo, sin apreturas.
A lo largo de toda una pared puedes apreciar la bodega de Laredo, otra de sus señas de identidad.
Aquí hay opciones para todo el mundo, desde elaboraciones muy tradicionales, dónde lo verdaderamente importante es la calidad del producto, hasta otras un poco más vanguardistas o, simplemente, diferentes, pero elaboradas con un gran sentido de la tradición y el respeto al producto.
Podrás disfrutar de pescados difíciles de encontrar en las cartas de los restaurantes madrileños, mucho más propios de puertos de mar y no necesariamente cantábricos, como el nombre podría hacer pensar, no, aquí también hay pescados y mariscos del Mediterráneo.
También hay sitio para los amantes de las carnes y de los postres.
La variedad de la carta se agradece porque permite un abanico de precios, porque no os voy a engañar, Laredo no es un sitio barato, pero en la carta podrás encontrar opciones para todos los bolsillos, aunque si te decantas por los productos estrella, tu bolsillo puede notarlo (y mucho).
Nosotros probamos la anguila ahumada servida con burrata. Espectacular, la burratacombina muy bien con la potencia de la anguila.
Acompañamos con unos deliciosos mejillones servidos sobre mojo rojo.
Continuamos con unos espectaculares y muy delicados chipirones a la plancha con sal de ajo y cebolla caramelizada.
Terminamos con un pistoque se acompaña de queso de cabra o de huevos fritos, a gusto del consumidor, nosotros optamos por la versión con queso.
En Laredodebes probar los postres y eso hicimos, con esta delicada Tarta Laredo, mucho más ligera de lo que parece a simple vista.
Quiero dejar para el final la carta de vinos, que es magnífica, repleta (sin llegar al absurdo) de referencias españolas e internacionales, de vinos elegidos con criterio, vinos que aportan. Muchos de ellos están disponibles por copas, una opción cada vez más demandada.
Laredo es un lugar imprescindible, todo en él está pensado para el disfrute de los paladares más exigentes y cuenta con opciones para un amplio abanico de bolsillos.
La decoración es abrumadora, el servicio es impecable: sonriente sin servilismo, diligente y profesional.
Te lo recomendamos encarecidamente, para nosotros ya es un imprescindible.