Hace unos cuantos años visité un local en la Calle Secundino Esnaola de Donosti, regentado por unos argentinos y especializado en sushi llamado Robin Banana. Allí probé por primera y única vez unos tomates verdes fritos. El local me fascinó, pero no debía de pensar lo mismo el resto de la humanidad ya que acabó cerrando (aunque tal vez fuera por otro tipo de problemas ajenos a la afluencia). Pues bien, en ese mismo local han abierto otro restaurante diferente pero no tanto ya que también fusionan cocina asiática y latinoamericana, en este caso de Perú.
Hay que decir que unos amigos peruanos me recomendaron el sitio y no me defraudó, el local es precioso, el servicio inmejorable, nos atendieron con rapidez y la esforzada camarera nos explicó en qué consistía cada plato. En la carta podemos encontrar mucho carpacho de pescado, tienen vieiras (sí, no solo las hay en las rías gallegas) ceviche, arroz meloso, cordero, costillas o pato pero todo ello al estilo peruano o con salsas especiales. Los postres, refrescantes y deliciosos. No son raciones tan grandes como solemos estar acostumbrados en otros restaurantes pero suficientes.
Tataki de magret de pato