Restaurante O´Portugués, Pobla de Farnals (Valencia)

Por Enogourmet

Restaurante O´Portugués, en la Pobla de Farnals (Valencia)
Local situado en el paseo Neptuno nº 20, de la Pobla de Farnals (España) y que disfruté de una excelente comida el Miércoles 17 de Febrero 2016. Restaurante regentado por un muy simpático y agradable cocinero de origen Portugués llamado Eugenio, quien al final de la comida nos estuvo contando su extensa trayectoria como restaurador, quien a su vez de una manera muy modesta, presumió de estar presente aquí en la pobla, desde hace ya mas de 30 años. Un histórico de esta localidad costera, quien sigue haciendo las cosas igual de bien, y trata de dar una sobresaliente continuidad, tanto a su excelente materia prima empleada a diario, como a su trato habitual de la misma, en sus fogones tan peculiares.

Ese lugar, seguro que nunca destacará por la variedad de su carta, ya que en su cocina a parte de los pocos entrantes disponibles, únicamente se puede optar como plato principal a una excelente carne o a un no menos malo, bacalao. Todo siempre bien hecho al carbón, en su mítico "horno-asador" "Josper", con prestaciones tan lejanas a los actuales hornos convencionales.

A los pocos minutos de tomar asiento, y mientras que pensábamos que entrante tomar, pudimos abrir boca con unas crujientes tostadas de pan de pueblo, alineadas con AOVE de Jaén, y completadas con tomate triturado y unos dientes de ajo.

El entrante especialmente recomendado por la casa fue un plato típico de Portugal llamado "Braz", este consiste en un delicado bacalao desalado y desmigajado, combinado con patatas paja y el resultado se muestra como si quisiera parecerse a una tortilla de patata y bacalao, pero sin huevo. Sinceramente me gustó bastante, ya que la combinación de texturas y sabores resultó muy logrado. Además el plato vino presentado con unas aceitunas negras y unas hojas de cilantro, para darle unas notas de colores variados.

Como plato principal, no pude evitar sucumbir a la tentación de este delicioso Chuletón de Buey a la Parrilla. Si por algo debo destacar a este local por encima de todas las cosas, es la muy alta calidad de la materia prima utilizada para llevar a cabo la confección de los platos servidos a los comensales. No es fácil encontrar tan jugosa y sabrosa carne incluso en asadores especializados, y si a eso le sumamos, el factor correspondiente a la magia que el horno "Josper" es capaz de aplicarle a sus platos, pues entonces nos encontramos delante de una de las combinaciones al alcance de muy pocos restaurantes, ya que para quien no sepa lo que aporta un horno de estas cualidades, explicar que esta carne, además de reposar sobre una ascuas y cocinarse como si de una barbacoa se tratase, se le suma el efecto horno a temperatura contante, por lo que vulgarmente podríamos decir que se cocina a doble cocción simultanea, y obviamente el resultado final se aprecia al instante desde el primer bocado.

Como no podía ser menos, un plato de esta magnitud debía ser acompañado de un buen vino, y pesar a tener en Valencia muy buenos vinos, esta vez quisimos aventurarnos con un Cerro Añón monovarietal de uva tempranillo, crianza 2012 elaborado por Bodegas Olarra y con el sello de calidad de la DO Ca. Rioja. Un vino de capa media, con una nariz muy afrutada, con especial predominio de frutos rojos no demasiados maduros, además de unas bien integradas notas tostadas. Paso por boca no demasiado concentrado, estructura correcta, buena acidez y persistencia corta. Este vino guardó una buena concordancia tanto con la conjugación grasas/taninos y con el equilibrio entre los sabores de ambas cosas.

De postre, mi perdición, una porción de dulce calabaza, asada al horno y acompañada por un chupito cortesía de la casa, de una bebida típica de Portugal, llamado "Licor Beirao" o "Licor de Portugal", algo similar a un orujo de hierbas, si es que dicha comparación puede ser aceptada, ya que desde mi desconocimiento hacia dicho destilado, en rasgos básicos mi percepción se le asemejó.

Finalmente, citar que espero poder muy pronto volver a comer en este restaurante, ya que me resultó muy llamativa la relación calidad/ precio. Además me gusto mucho el concepto que ofrece la posibilidad de cocinar con un horno tan peculiar, para de tal modo ofrecer unas posibilidades tan lejanas, a las que prestan a día de hoy los hornos eléctricos convencionales. Guardo en mi memoria este lugar, para no dudar en recomendarlo a quien busque disfrutar de una comida sencilla, pero muy bien confeccionada y a un precio muy correcto.