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Puede darse el caso que entre la visita al MOMA, el paseo por Central Park o el musical de Broadway me apetezca comer algo que no sea hot dog. Es evidente que en la capital del mundo tienes absolutamente de todo y para todos los gustos y bolsillos, pero es que éste debe ser el único establecimiento de Nueva York donde se sirve vino de Navarra. (No sé en qué estarán pensando los demás. ¡Parece mentira!)
No me malinterpretéis, no es que cuando viajo vaya buscando comer y beber lo mismo que en casa. De hecho me encanta el turismo gastronómico y probar de todo. Pero por experiencia sé que llega un momento después de unos días, en el que me entra la morriña y me muero por algo de la tierruña. Y ahí es donde me viene fenomenal tener localizado un lugar al que recurrir en caso de imperiosa necesidad.
Después de toda esta explicación, voy al grano:
La verdad que en su carta se pueden ver palabras como gorgonzolla, carpaccio, parmesano, escargot, fondue, crème brulée, piquillo, jamón y chorizo. Algo de italiano, francés y español parece que tienen. De hecho, sus chefs, James Moran y Gus Christman, han estado estos días en Pamplona probando nuestra gastronomía, visitando varias bodegas navarras y han remarcado el creciente interés en Estados Unidos por una comida sana frente al problema de la obesidad. Diario de Navarra.
Sólo tengo una duda al respecto. He sido incapaz de encontrar su carta de vinos para comprobar el precio al que los venden. Me puede la curiosidad. ¡No me va a quedar más remedio que pasarme por allí para comprobarlo!