¡Hola!
Hoy ando liada haciendo las maletas para ir a Salamanca a visitar a la madre, hermanos y sobrinos del futuro Sr Lataat. Pero me apetece parar unos minutillos y pegarme una vacilada y contaros mi aventura de la semana pasada con los hermanos Adrià.
Mi cuñado David, un 3 estrellas de cuñado como todos los otros, nos invitó a cenar al Pakta. Muchas cosas a celebrar: su cumpleaños, nuestra boda y que Keita estaba de colonias por primera vez.
En realidad cuando nos mandó el whatsapp no sabia ni de qué restaurane hablaba. Pero una vez lo busqué en St. Google, flipé bastante.
Es un restaurante de los hermanos Adrià de comida Nikkei, una cocina de fusión Peruana Japonesa. Original del Perú y creada por los japoneses que emigraron allí a finales del XIX. Y aunque parezca que no puede ser, la combinación es más que buena.
Llegó el día y como mi hermana tenia clase hasta tarde, decidimos esperarala en la Bodega 1900 , que me moría de ganas de ir. Allí por fin probé sus famosas olivas esferificadas: BRUTALES. Y qué vermut de la casa. Cuando nos íbamos tuve la oportunidad de saludar al Albert Adrià, que siempre mola, ¿o no?
Solo la manera de recibirnos en el Pakta ya me gustó. Un trato nada “estirado”. Muy correcto pero con ese tono amigable y cercano que tanto me gusta. El camarero nos explicó que no había carta y que solo había dos menús, el corto y el largo. Lo habían hecho así para que pudiéramos vivir la experiencia de conocer esta cocina tan nueva y diferente para nosotros. Como era tarde nos decidimos por el menú corto y el maridaje con cerveza y Sake.
No quiero que salivéis más. Solo deciros que os lo recomendamos. No es apto para todos los bolsillos, pero tampoco exagerado para lo que llega a ser y por la experiencia.
Ahora sí, voy a acabar las maletas que mañana cogemos pronto el AVE destino a la preciosa ciudad de Salamanca.
Petonets,
Lataat.