Restaurante, parrilla y merendero Casa Pepito, Peón

Por Totxi

Hoy nos acercamos a Peón, en Villaviciosa, a unos 25 minutos de Gijón, en la AS-331. Se trata de un conocido restaurante, con parrilla y merendero, Casa Pepito. Es conocido por su tablones de buey y también por la hamburguesa. En ambos casos sus tamaños son dignos de un capitulo de Crónicas Carnívoras.

En nuestro caso nos acercamos para tomar el tablón de suprema de buey (o vaca vieja, no soy capaz de distinguirlo), aunque de entrante pudimos tomar unas croquetas unas tablas de embutido y unos calamares. De estos entrantes no voy a comentar nada, ya que no hay mucho que decir. Su calidad son media baja, y no destacan en nada.

En cuanto a la carne puedo decir varias cosas. Lo primero es preguntarme que es Suprema de Buey; ¿Qué corte es? ¿alguien me lo sabe decir? yo conozco el lomo, la falda, el solomillo, morcillo, aguja, tapa, cadera,… ¿pero suprema?¿como  delicias de pollo o como solomillo de pavo?. Tampoco entiendo la afición de algunos sitios por presentar los productos en formato XXL. Entiendo que es puro marketing, en el que a los clientes les “pue más el güeyu que’l botiellu”, ya que normalmente la calidad es exacta a la de una ración tradicional o incluso inferior, por lo s inconvenientes que en ocasiones tienen los tamaños excesivamente grandes. En el caso de la carne, al no ir preparada no tenemos ese problema. No obstante la presentación en un tablón forrado de papel de aluminio, no lo veo yo como ejemplo de presentación de un producto, si bien resulta practico que todos los comensales puedan acceder a la carne, aunque no a las patatas que van en uno de los extremos de la tabla.

Sobre la tabla colocan una estructura de madera sobre la que colocan el hornillo de gas con el cual vamos a preparar la carne. Resulta poco practico acceder a la carne que queda debajo del hornillo, pero bueno, no se ha dado el caso de alguien que haya dejado esa carne por no poder acceder a ella…

Junto con la carne tienes un plato en el que encuentras unos trozos de tocino para engrasar la plancha, unos trozos de pimiento de piquillo, sal en escamas y sal rosa. La carne esta buena, esta cortada en trozos finos que se hacen bastante rápido y agiliza mucho la cadena de producción. Al punto con un poco de sal esta perfecta. Con un tablón, que cuesta 30 €, pueden comer perfectamente cuatro personas, que junto a un entrante o un postre te pueden dejar como un señor.

Teniendo en cuenta que éramos bastantes personas y que también hubo comida para varios niños, pagamos 24 € por adulto, incluido el café (de puchero), agua, varias botellas de vino y algún digestivo, además de varios platos con unos postres variados, de los que he de decir que todos me sabían igual, y eso que había, al menos que yo identificase, tarta de nuez, tarta de arroz con leche y tarta de queso, todas ellas decoradas con abundantes siropes de lo que sea y nata montada.

En cuanto al local y servicio puedo comentar varias cosas. La ventilación no debe de funcionarles muy bien, ya que la humareda que había cuando entramos era enorme. Íbamos con varios carritos y nos dijeron que el lateral de la mesa era para nosotros que los colocáramos allí que no molestaban. El caso es que las neveras de vino están en este pasillo, y además por ese lado era por donde servían la comida, con lo que los carritos resultaban un poco molestos para transitar por el. Tampoco puedo dejar de comentar nuestra sorpresa, al ver que en medio de la comida y en medio del comedor, el que parecía ser responsable del mismo, y con un megáfono en mano, al más puro estilo Ryanair, nos comento las maravillosas virtudes de los “Chochines”, pastas de mantequilla deliciosas y con diseño y nombre tan originales, ofreciéndonos la caja al precio de 5,50 €. Por un momento recordé a las camareras del Mercadona que te recuerdan que las patatas las tienes de oferta cuando ya estas pagando. Está visto que hay que aprovechar cualquier momento y situación para promocionar tus productos. Este mismo camarero, recomendó a una persona que pidió un Beefeater tónica, que tomase la Ginebra “Hijoputa” que era buenísima; marketing en estado puro (por cierto todos estos productos son del mismo fabricante, que otros productos tan atractivos como mejillones “Orgia de Mar” o el licor “Que te den por el Culo”)

Alguna otra cosa que cabe destacar es que tiene un prao cercano que hace la función de parking, aunque los coches aparcan en modo libre. Para los niños tiene camas elásticas en un amplio merendero, aunque están en un estado un poco trayadas. También en el comedor ofrecen piruletas, gominolas y gusanitos a los críos, con lo que la sobremesa la pasan entretenidos.

Ya veis un lugar pintoresco, en el que la dueña se preocupa en pasar por las mesas preguntando que tal todo, y a la vez te hacen publicidad mientras comes, o te piden que liberes la zona central de la mesa para colocar del tablón, con un megáfono. Para mi dos lametones, con detalles a valorar, pero con muchas cosas que mejorar.


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