El local es muy bonito y acogedor, con paredes acristaladas que dan a Ribadesella. Como Sebreño está en un alto hay bonitas vistas de la ciudad y su playa de la Marina. Tiene una chimenea central para dar calor que se agradece mucho en invierno.
El servicio es agradable, y la comida está muy buena. No es muy innovadora pero se aleja de la comida tradicional de Asturias. Tiene menú y carta. El menú cuesta 22 euros, un precio muy bueno para la comida que dan. La pega que puedo poner es que no hay muchos platos para elegir.
Vamos con las notas:Comida: 8.5Servicio: 8.5Decoración: 8.5Calidad/Precio: 9.5