Rollos de pato.
En este mes de diciembre se me está acumulando el trabajo y la desidia. Llevo un mes sin subir nada. Muchas entradas por hacer y pocas ganas. Además me encuentro en una encrucijada. No sé si seguir por el camino marcado con el Restaurante La Torre de Las Flores, con una cocina más tradicional, como podría ser La Meseguera, si volver a hacer una entrada de uno de esos restaurantes a los que tanto nos gusta ir, donde son las manos del cocinero las que convierten un boquerón en una sorprendente delicatessen, hacerla de algún restaurante de los que he ido últimamente fuera de la región, o volver a dar un giro de timón del blog e ir a una tercera y diferente opción, algo más étnico y oriental.Para dar un cambio y después de mucho pensar vamos con el restaurante asiático Yaho Alta de Churra del que teníamos muy buenas referencias. Como mis conocimientos en comida asiática, a nivel consumidor, son bajos, ínfimos o incluso nulos, puede que esta entrada no ayude mucho ni a expertos ni a neófitos, pero vamos a intentarlo. Llegamos directamente al restaurante en el que quizás fue el último día caluroso del año. Siendo noviembre aún disfrutábamos de manga corta y el sol caía con justicia, por lo que desestimamos la terraza y pasamos directamente al interior. Increíble pero cierto. Ahora que vamos con bufanda, pienso: que cerca, pero a la vez que lejos han quedado los días cálidos.Llegamos a Yaho Alta y nos encontramos con una nave de unos 700 metros y dos alturasDim Sum
Cuando nos sentamos, no teníamos muy claro que íbamos a pedir, por lo que para evitar disputas nos fuimos a lo fácil. Pedimos uno de los menús que ya tienen preparados. Concretamente el número 4. Además pedimos sushi para contentar a todo el mundo y para los niños el menú especial infantil. El menú empieza con una refrescante ensalada de Tailandia con frutos secos, hoja de roble, tomate entre otros muchos, variados y exóticos ingredientes aliñada con zumo de naranja y un intenso sabor a jengibre. Destaca en el servicio la original vajilla con la que enriquecen la presentación de todos y cada uno de los platos que sirven. Después nos sorprendieron con unos crujientes rollos de pato. Cuatro rollitos del grosor no mayor al de un dedo, rellenos de una pasta de carne de pata, cortados en diagonal y servidos de una manera original junto a una salsa dulzona. Otra vez llama la atención la vajilla. Quizás son los rollos lo mejor del menú. El tercero de los entrantes fue la tempura de gambas y verdura. Todo un clásico ya de la comida asiática. La sirvieron en una fuente con forma de barco. Los ingredientes, tanto vegetales como gambas, se notaban frescos y la masa quedaba crujiente, sin demasiado aceite. Antes de los Dim sum trajeron el Sushi. Uramaki con palitos de mar y gambas adornado con huevas Tobiko (California Roll) y Makizushi de atún y salmón fundamentalmente. Para empezar no está nada mal. Cerramos la primera parte de la comida con los Dim sum. Empanadillas y bolas de masa, de origen cantonés, rellenas de diferentes ingredientes y cocidas al vapor. Tras estos bocados, pasamos a platos más “contundentes”. Si es que se puede llamarGambas con curry.
contundente a algo de lo que ofrecen en este tipo de restaurantes. Gambas con salsa de curry y leche de coco. Bueno, esto no es muy contundente, pero si delicioso. Siempre he oído que los restaurantes asiáticos están altamente occidentalizados. Suavizan y matizan mucho sus sabores adaptándolos al gusto europeo. No sé si será cierto o no, y aunque es algo perfectamente criticable, pues no aprendemos realmente como es su verdadera cocina, yo personalmente lo agradezco. Aquí las gambas saben a curry sin muchas interferencias agridulces ni picantes hasta rabiar que enmascaren el maravilloso sabor del curry. Además, no me gusta nada el sabor de la lima en los platos, la prefiero en los mojitos. Todos estos platos venían acompañados por los omnipresentes arroz y tallarines. Junto a las gambas trajeron el pollo a la plancha, que si de sabor estaba francamente bueno, los trozos eran bastante pequeños. Quizás demasiado. Cerramos los principales con los también minúsculos trozos de ternera picante acompañados de pimientos, mini mazorcas de maíz y zanahoria. Estos dos últimos platos estaban buenos, aunque no más que los que cocinan en el chino que hay frente a mi casa.Ternera Picante.
Fue en los postres donde fracasaron. Puede que por estar saciados, puede que por la presentación tan simple en comparación con el resto de los platos, puede que por ser helado industrial y no haber de turrón, o por no flambearlo, pero el helado frito no me convenció lo más mínimo. En mi opinión, totalmente prescindible.El restaurante Yaho Alta es una buena opción para disfrutar de la comida asiática, en especial de la tailandesa en un entorno totalmente distinto al del restaurante chino tradicional de dragones y paisajes orientales excesivamente naif, y a un precio bastante asequible, aunque salvo contadas excepciones ese tipo de cocina no suele ser muy alto. La cuenta de tal festín fue de unos 20 euros por cabeza. Lo mejor de todo fue la decoración, el ambiente y el servicio. Lo más flojo el postre. Yaho Alta lo podemos encontrar en la Avenida Juan de Borbón a la altura de Churra y para reservar lo podemos hacer llamando al número 968835806 o en www.yahoalta.com
Pollo plancha.