Estoy en esa época del año en la que el trabajo me quita el tiempo y las fuerzas de explayarme en la cocina. Y cuando lo hago, solo tengo ganas de disfrutar y no estar pendiente de hacer fotos, como la pedazo de calçotada que preparamos este finde en familia ^_^
Pero lo que me quita por un lado me lo da por el otro y me ofrece la posibilidad de descubrir nuevos restaurantes, o volver a probarlos.
El martes pasado volví a Mercat Princesa, del que ya os hablé en otra ocasión y con el que mi único problema es decidir qué comer.
Al día siguiente me reencontré con Da Greco, todo un clásico de la Ciudad Condal, en el que estuve en una ocasión con las compis de trabajo y al que no había vuelto.
El risotto de parmesano, espectacular, pero sin duda, lo mejor el tiramisú, podría decir que el mejor que he probado nunca. ¡¡¡Extremadamente delicioso!!!
Y como siempre hay que descubrir rincones nuevos, aquí va uno: Chéri . El antiguo restaurante Trobador ha cambiado de nombre, formato, estética, propuesta gastronómica, pero no de dueño (Cacheiro Restaurantes). Chéri tiene dos ambientes, el restarante puro y duro y la Ostrería-Bistro, ambos resultan acogedores y bien ambientados.
La propuesta gastronómica es muy variada. Comimos unos entrantes, una hamburguesa, jugosa y en su punto, y de postre una crema de mango con espuma de yogur. Todo correcto y a un precio razonable.
Además de los restaurantes, me gustaría hablaros del cátering Torres&Hellman, pequeñito pero matón. No lo escogería para preparar una macro cena, porque su alcance no es muy grande, pero lo que hacen lo hacen bien y son aptos para cualquier evento de pequeño formato. Las rocas de chocolate espectaculares y las galletitas de pistacho un auténtico vicio. ¿Cuándo repetimos?